The Cramps – Songs the Lord Taught Us (1980)

The Cramps - Songs the Lord Taught Us (1980)

Puntaje del Disco: 7

  1. TV Set: 7
  2. Rock on the Moon: 5,5
  3. Garbageman: 6
  4. I Was a Teenage Werewolf: 7,5
  5. Sunglasses After Dark: 6,5
  6. The Mad Daddy: 7
  7. Mystery Plane: 6,5
  8. Zombie Dance: 7,5
  9. What’s Behind de Mask: 7,5
  10. Strychnine: 8
  11. I’m Cramped: 6
  12. Tear it Up: 5,5
  13. Fever: 5,5
  14. I Was a Teenage Werewolf: 7
  15. Mystery Plane: 6,5
  16. Twist and Shout: 7
  17. I’m Cramped: 6
  18. The Mad Daddy: 7,5

The Cramps deberían ser una experiencia total. Al escuchar un disco suyo te estás perdiendo la estética, la actitud y en definitiva todo el ritual que supone el grupo en sí mismo. Es una de esas bandas a las que odias o te cautivan para siempre. Es un grupo provocador, exhibicionista, post punk, personal como pocos, atrevido en su estética y sus influencias.

Este es su segundo disco “Songs the Lord Taught Us” (1980) y encontramos todas las señas de identidad que han definido al grupo durante todos estos años: serie b, garaje punk, rock and roll de los 50 y un atrevimiento que a veces roza lo incoherente.

El disco es bastante plano, no hay grandes sobresaltos, el grupo vierte sus obsesiones en cada canción. “I was a Teenage Werewolf” es uno de los temas más reconocibles para los fans. Mezcla serie b, años 50 y oscuridad bizarra. Descaro punk en la voz, guitarras sin complejos.

“Rock on the Moon” es un tema de rock´n´roll sin demasiadas pretensiones. Bailable. Está pensado para que despegues los pies del suelo. Con todas las virtudes del rock de los años 50. El cantante recuerda a Elvis por momentos. Las guitarras parecen sacadas del garaje de Scotty Moore (guitarrista de Elvis en sus primeras grabaciones) pero un Scotty travestido y satánico.

En “Garbageman” hay pasajes tan descontroladas que resultan experimentales por momentos. La letra de esta canción contiene un verso que define bastante bien a The Cramps. Mitad hillbilly mitad punk.

“The Mad Daddy” te hará bailar si aún te queda sangre en las venas (sobre todo en la segunda versión, la que aparece al final del disco).  “Sunglasses after dark” es una canción simple, percusiva, sin trucos, voz hiriente, ritmo machacón y casi hipnótico. Atrevida y moderna. Radicalmente distinta a lo que se estaba haciendo anteriormente. No apta para estudiantes de E.S.O.

Tienen muchísimas cosas buenas pero en mi opinión les falta derrotar al enemigo, conquistarte por completo, obligarte a rendirte a ellos. Se quedan a medio camino. Son tan peculiares que se establece una distancia entre el grupo y quienes les escuchan. No es fácil de digerir ni pretende serlo.

Debo decir que sólo recomendaría a The Cramps para una noche de excesos y descontrol. El disco no pasa desapercibido, no puedes escucharlo como música de fondo. Si lo dejas sonar se adueñará del momento así que, ya sabes a qué te arriesgas.

Es muy difícil hablar de discos completos en estos días en que la saturación de información hace que apenas escuchemos dos o tres canciones de un grupo en concreto. The Cramps es una banda atípica, llevan haciendo canciones desde 1979 y cosechan una legión de seguidores desde entonces.

Fran

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