The Smashing Pumpkins – Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995)

The Smashing Pumpkins - Mellon Collie and the Infinite Sadness (1995)

Puntaje del Disco: 9

Disco 1:

  1. Mellon Collie and the Infinite Sadness: 8
  2. Tonight, Tonight: 9,5
  3. Jellybelly: 8
  4. Zero: 9
  5. Here Is No Why: 9
  6. Bullet with Butterfly Wings: 9,5
  7. To Forgive: 8
  8. Fuck You (An Ode to No One): 9
  9. Love: 7,5
  10. Cupid de Locke: 9
  11. Galapogos: 8,5
  12. Muzzle: 8,5
  13. Porcelina of the Vast Oceans: 9
  14. Take Me Down: 8

Disco 2:

  1. Where Boys Fear to Tread: 9
  2. Bodies: 8,5
  3. Thirty-Three: 9
  4. In the Arms of Sleep: 8
  5. 1979: 10
  6. Tales of a Scorched Earth: 8
  7. Thru the Eyes of Ruby: 8,5
  8. Stumbleine: 8
  9. X.Y.U.: 8,5
  10. We Only Come Out at Night: 8,5
  11. Beautiful: 7,5
  12. Lily (My One and Only): 8
  13. By Starlight: 8
  14. Farewell and Goodnight: 8,5

Bajo el nombre de Mellon Collie and the Infinite Sadness, The Smashing Pumpkins editaría en 1995 uno de los trabajos más ambiciosos de la historia del rock and roll. Con casi dos horas de duración este álbum doble es todo un desafío para el oyente y aún así una profundidad artística inmensa. es ante todo un disco de emociones y contrastes y en esto radica su fortaleza y éxito.

Luego de una interminable gira para promocionar Siamese Dream, Billy Corgan comenzó inmediatamente a escribir canciones para su continuación. Desde el principio se pensó como un disco doble, según sus propias palabras: “Teníamos suficiente material para que Siamese Dream fuese un álbum doble. Con este nuevo álbum, me gustaba la idea de crear un campo más amplio en el que poner otro tipo de material que estábamos escribiendo. Quería que la banda tomara este álbum como si fuera el último.” Y añadió “Para mi es como The Wall para la Generación X.”

Sorpresivamente decidieron no contar con los servicios del afamado productor Butch Vig, con quien habían trabajado en sus dos primeras placas y se inclinaron por el experimentado Mark Ellis «Flood», conocido por ser el ingeniero de sonido de The Joshua Tree de U2. Flood les cambiaría la mentalidad a la hora de la grabación. El productor insistió en que la banda se tomara un rato al día para improvisar o componer, algo que la banda nunca había hecho durante las sesiones anteriormente. Corgan dijo: «Trabajando así hizo que todo el proceso fuera muy interesante- haciendo que no llegase a un punto muerto». Esta metodología permitió a Corgan trabajar en las voces y los arreglos de los temas mientras el resto grababa en la otra sala. Además de esto permitió una mayor participación del resto de la banda en las composiciones que ayudaron a mejorar el clima interno.

Al finalizar las sesiones la banda contaba con 57 canciones terminadas para ser incluidas. En primera instancia iba a contener 32 canciones, aunque finalmente se decidió que fueran 28 divididas en 14 por cada lado.

Este ostentoso disco repasa las inspiraciones de Billy hacia el heavy metal de los setenta, el grunge y el art rock, y al mismo tiempo expandió sus ideas hacia nuevos rumbos con una variedad de sonidos que alcanzan sus picasen momentos sublimes como la inclusión de una orquesta en la épica “Tonight, Tonight”, la preciosa y melancólica “1979”, las potentes guitarreras “Jellybelly”, “Zero”, “Fuck You (An Ode to No One)” y “Bullet with Butterfly Wings” como así también las preciosas baladas como “Cupid Da Locke” y “Thirty-Three”. Por supuesto que dentro de un repertorio de casi 30 temas algunos funcionan mejor que otros pero en líneas generales el nivel es muy elevado.

Con Mellon Collie and the Infinite Sadness los Pumpkins prueban que fueron una de las bandas más creativas e inquietas en la década del noventa con una grandilocuencia que pocas veces funciona tan bien convirtiéndose en una verdadera joya del rock moderno.

F.V.

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