Puntaje del Disco: 5
- Small World (Part One): 6
- Old Antone’s: 6
- Perfect World: 5
- Bobo Tempo: 5
- Small World (Part Two): 5
- Walking with the Kid: 5
- World to Me: 5
- Better Be True: 4
- Give Me the Keys (And I’ll Drive You Crazy): 5
- Slammin‘: 5
Hacia 1988 y con cuatro discos a cuestas y una enorme popularidad, Huey Lewis & The News se proponía continuar por la senda del éxito y seguir sumando seguidores. Aquel año los estadounidenses lanzaron su quinto material de estudio, altamente esperado, que tuvo por título Small World.
Si bien en términos comerciales en álbum ingresó dentro de los primeros veinte lugares en el Billboard 200, la calidad no fue la deseada y el resultado fue notoriamente inferior a Fore! y Sports. También a pesar que las condiciones de grabación fueron en propias palabras de Lewis, las más favorables que encontró el grupo.
Lo que no termina de convencer del disco es la posición en la que la banda se colocó respecto a su nueva faceta de consciencia social, como podemos apreciar con el uso de reiteradas ocasiones de la palabra “mundo” o más claramente en “Perfect World”. Una actitud de lo más loable, pero del cual lejos está Huey Lewis y su función.
El principio del disco es bastante flojo, con melodías por momentos casi fastidiosas que culminan con el instrumental “Small World (Part Two)”. Sin embargo, con el correr de los minutos, el despliegue musical no mejora y lejos se encuentra del jocoso estilo que la banda venía mostrando.
Piro
No escuché este álbum, pero difícilmente una banda con las características de HL&TN supere lo facturado en «Sports».
Lo que en realidad quería acotar es que el abuso de la palabra mundo probablemente responda a la época, donde el balance de poder habilita una conciencia global naif en abierta conconancia con Live Aid, el «We are the World», por no mencionar el espantoso comercial de Coca Cola en el que aparecía una chica argentina en el marco de una especie de parlamento mundial de niños. Todo demasiado coherente y estúpido, como después lo será del «American Idiot» y, aunque me duela porque soy fan, del «Hail To The Thief».
Quién sabe, tal vez My Bloody Valentine con sus palabritas esfumadas, apenas audibles, criticaban más el orden de cosas que las peroratas de mierda bien oportunas.
Un saludo!