Cat Stevens – Tea for the Tillerman (1970)

Tea_for_the_Tillerman

Puntaje de Disco: 8

  1. Where Do the Children Play: 8
  2. Hard Headed Woman: 8
  3. Wild World: 9
  4. Sad Lisa: 7
  5. Miles From Nowhere: 7.5
  6. But I Might Die Tonight: 8
  7. Longer Boats: 7
  8. Into White: 7
  9. On the Road to Find Out: 8
  10. Father and Son: 9
  11. Tea for the Tillerman: 7

Luego de haber superado una grave enferemedad y del lanzamiento del disco Mona Bone Jakon, Cat Stevens estaba listo para recuperar el tiempo perdido y pronto editó en 1970 su cuarto disco de estudio, en el que empleó a los mismos músicos y productores.

Tea for the Tillerman, a diferencia del trabajo anterior, está focalizado en la vida más que en la muerte y presenta un tono más alegre. “Where Do the Children Play” por ejemplo se pregunta sobre la relación entre la tecnología y el progreso y los chicos en una hermosa balada al mejor estilo Stevens. “Wild World” con la característica introducción, es uno de los temas más destacados.

Luego el disco muestra una serie de baladas muy llevaderas y agradables como “But It Might Die Tonight” o “”Into White”, para concluir con el clásico y bellísimo “Father and Son”, que en unas simples líneas el padre le enseña a su hijo algunas interesantes lecciones de vida.

Piro

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

The Strokes – Comedown Machine (2013)

The Strokes - Comedown Machine (2013)

 Puntaje del Disco: 7

  1. Tap Out: 6
  2. All the Time: 9
  3. One Way Trigger: 7
  4. Welcome to Japan: 7,5
  5. 80’s Comedown Machine: 7
  6. 50/50: 8,5
  7. Slow Animals: 7
  8. Partners in Crime: 8
  9. Chances: 6,5
  10. Happy Ending: 7
  11. Call It Fate, Call It Karma: 7

The Strokes volvería al ruedo dos años después de Angles con Comedown Machine (2013). Quizás un tanto apresurados, ya que no encontramos demasiadas justificaciones entre su tracklist para tanto apuro. Puede que la propia industria los haya forzado a ello para no perder terreno, que ya habían perdido antes de su período de inactividad o que el propio grupo ya se crea demasiado importante y puede editar cualquier cosa sin miedo a las consecuencias.

Para recuperar su gloria la banda neoyorquina buscó inspirarse en el new wave ochentoso y en nuevos trucos con sintetizadores que si bien deja momentos agradables, no aporta nada nuevo ni interesante a su repertorio, aún menos que su antecesor. Con  Comedown Machine los Strokes se alejan cada vez más del rock y mutan hacia un synthpop para muchos inaguantable.

Para aportar algo de luz y destacar sus buenos pasajes prefiero hablar de sus momentos más convincentes como los disfrutables “50/50”, “Welcome to Japan”, “Partners in Crime” y el single y su tema más escuchado “All the Time”. De manera aislada son temas que funcionan bien pero en el contexto general quedan bastante perdidos.

Uno se puede preguntar si The Strokes siguen existiendo solo para cumplir el contrato con RCA de cinco discos el cual terminarían de cumplir aquí, o para complacer a sus numerosos fanáticos que aguardan cada novedad con tanta expectativa. Muchos se dejaron seducir por este nuevo trabajo y lo apoyaron pero algunos de sus seguidores más roqueros que los siguen desde sus inicios terminaron desilusionados con el resultado final.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Dios los Cría – Justo Cuando Nos Estábamos Quedando Sordos (2006)

 

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Puntaje del Disco: 8,5

  1. Excepto lo que Necesitas: 9
  2. Sin Domesticar: 9
  3. Una Enormidad: 9
  4. Vi: 8,5
  5. Nadie más: 9
  6. Tantas Veces que sí: 8
  7. Quiera Dios: 8,5
  8. La Bestia: 8
  9. Humo: 8
  10. Nada que nos Conecte: 8
  11. Subimos al Cielo: 8
  12. Nunca me Acosté: 9
  13. Una Enormidad (Piano Versión): 6

Luego de que su tercer disco tuviera buenos resultados en ventas y crítica, sorprendió que Dios Los Cría decidiera rescindir su contrato con EMI. “Cuando nos fuimos de EMI en el 2006 sabíamos que no íbamos a volver a firmar con una discográfica” decía Pato Duhalde (voz y guitarras). Esto llevó a que decidieran lanzar su cuarto disco de manera independiente; así nació “Justo Cuando nos Estábamos Quedando Sordos”.

A pesar de haber tenido todo en contra, el álbum resulta el más sólido desde lo musical; es una continuación de todos los álbumes anteriores, una evolución hacia el sonido que ellos querían. Lo que diferencia al disco es un mayor (no excesivo) uso de sintetizadores y melodías más pegadizas, pero sin dejar el sonido que los caracteriza.

Lo mejor del álbum está al comienzo; la seguidilla que va desde “Excepto lo que Necesitas” a “Nadie más” no tiene desperdicio, pero el resto no deja de ser muy bueno, con “Nunca me Acosté” como otro punto alto. Tal vez lo único que no está a la altura de las circunstancias es el bonus track que trae; la versión piano de “Una Enormidad” es aburrida y hasta tiene momentos de desafinación.

El haber hecho todo a pulmón fue muy desgastante para la banda, por lo que una vez terminada la gira en 2008 se separaron hasta que en 2010 tomaron fuerzas y volvieron a tocar “solo cuando tuvieran ganas”. Y bajo el lema “El CD está muerto, la música intacta” decidieron no sacar más discos y subirlos todos a su página web.

En 2013 sacaron su primer disco en vivo de descarga gratuita y en 2014 editaron su primer álbum en 8 años que también se puede descargar legalmente gratis.

Néstor

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(Votos: 0 Promedio: 0)

Talking Heads – Little Creatures (1985)

Talking Heads - Little Creatures (1985)

Puntaje del Disco: 8,5

  1. She Was: 9,5
  2. Give Me Back My Name: 8
  3. Creatures Of Love: 7,5
  4. The Lady Don’t Mind: 9
  5. Perfect World: 8,5
  6. Stay Up Late: 7,5
  7. Walk It Down: 8
  8. Television Man: 7
  9. Road to Nowhere: 9

Little Creatures es la sexta producción de Talking Heads, gestada en un momento en que la banda había estaba en su máximo punto comercial (no tanto artísticamente, los mejores momentos de Talking Heads ya habían sido escritos con Fear of Music y Remain in Light), para este entonces David Byrne y los suyos ya habían experimentado con el New Wave burdo y alocado, con los afro beats y el funk ¿Qué siguió ahora? Bajar las revoluciones de locura y dedicarse a hacer canciones más convencionales.

Lo sé, es raro ¿Talking Heads haciéndose normales? Algo pasó en la mente de David Byrne (nuevos pensamientos o simplemente una madurez encontrada) de modo que se puso en modo serio, ya no todo es letras caóticas y sin sentido de modo que ahora en ocasiones hay letras más reservadas y de temas serios, algo como se había visto en el tema “This Must Be The Place (Naive Melody)” de Speaking in Tongues.

Little Creatures por tanto es un disco de pop relajado y directo en el que ocasionalmente se adentran en Country (“Creatures of Love”) y Funk (“Walk It Down”), puede que no sean impredecibles como lo fueron en su época New Wave, pero los ganchos vuelven a este trabajo en un disco agradable. Para empezar la canción de partida es un verdadero temazo “And She Was” es, una canción pop enérgica que se convierte en uno de los hits más importantes de la banda.

Otros temas destacados son “The Lady Don’t Mind” de estribillo llamativo, “Perfect World” de letra ingeniosa y la canción de cerradura “Road to Nowhere” una especie de himno a la vida y los caminos que se toman a lo largo de ella (Se los dije; Byrne en modo serio).

Este disco probablemente es el último disco destacado de Talking Heads, los subsecuentes lanzamientos perderían algo de brillo. Pero no importa, a estas alturas los Heads ya habían hecho su historia, convirtiéndose en una banda de las más respetables de los finales de los 70s, principios de los 80s.

Gera Ramos

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

U2 – Songs of Innocence (2014)

U2 - Songs of Innocence (2014)

Puntaje del Disco: 5,5

  1. The Miracle (Of Joey Ramone): 8,5
  2. Every Breaking Wave: 7,5
  3. California (There Is No End to Love): 6,5
  4. Song for Someone: 6
  5. Iris (Hold Me Close): 5
  6. Volcano: 5,5
  7. Raised by Wolves: 6
  8. Cedarwood Road [For Guggi]: 5,5
  9. Sleep Like a Baby Tonight: 4,5
  10. This Is Where You Can Reach Me Now [For Joe Strummer]: 4,5
  11. The Troubles: 6,5

Los años pasan y U2 sigue esforzándose por existir. Pero lo único que logra con cada nuevo disco que lanzan últimamente es generar el interrogante: ¿Cuándo se van a separar? ¿Hace cuánto se les pasó el cuarto de hora?

Su último álbum, No Line on the Horizon, había sido bastante flojo, probablemente el peor disco que hicieron en su trayectoria. Y la crítica se los hizo saber. Así que para su siguiente disco se tomarían su tiempo. Tardarían nada menos que 5 años, aparentemente porque trabajaron con distintos productores y les costaba redondearlo. Como si estuvieran preparando una obra maestra para redimirse. Finalmente, cuando salió Songs of Innocence la sensación fue que se tomaron su tiempo para hacer otra gran decepción.

Songs of Innocence no es un álbum punk, pese a que aparecen los nombres de Joey Ramone y Joe Strummer en las canciones como homenaje. Es la demostración de que creativa y compositivamente están en el ocaso de su carrera. U2 intenta un poco reinventar su sonido (leí en algunos sitios como en 1991 con Achtung Baby, una comparación algo ridícula) pero sin mucho éxito. De hecho pareciéndose a The Killers y Coldplay en ciertos pasajes. Sin ir más lejos, “Every Breaking Wave” es una especie de balada aceptable, que me hace acordar a Coldplay. Y en “Iris” Bono canta como Brandon Flowers, lo cual me resulta insoportable. Pero lo peor es el bajo nivel de sus composiciones, la falta de fuerza, de calidad y lo agotados que parecen. Especialmente The Edge, que está muy apagado, ofreciendo poco de su sonido distintivo en guitarra, aunque trata de variar con lo que hace.

Aun así las melodías no son malas. El disco se deja escuchar. Y lo más rescatable está al comienzo con “The Miracle”, el único que podría ser considerado un buen hit por su estribillo, pero que lejos se encuentra de sus grandes clásicos. Luego el disco cae en un pozo irremontable poco a poco, encontrando sus puntos más bajos en “Sleep Like a Baby Tonight” (el nombre del título sugiere lo malo que es, especialmente en sus arreglos electrónicos y en los horribles agudos que tira Bono) y “This Is Where You Can Reach Me Now” (un experimento medio funk y medio malo simultáneamente).

El disco no es bueno y la tapa es aún más fea. Pero la frutilla del postre es la deplorable estrategía de marketing que usaron: Apple los descargó automáticamente en los iPhones de todo el mundo sin permiso. Un recurso bastante invasivo. Por eso no se dejen engañar por la revista Rolling Stone, que le pone 5 estrellas a todo lo que U2 saca, como si estuviesen entongados. El único mérito que se merece el disco es el de ser probablemente el más borrado de la historia.

Persy

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(Votos: 1 Promedio: 2)

Wire – 154 (1979)

Wire - 154 (1979)

Puntaje del Disco: 8,5

  1. I Should Have Known Better: 9
  2. Two People in a Room: 8,5
  3. The 15th: 8,5
  4. The Other Window: 8
  5. Single K.O.: 8,5
  6. A Touching Display: 9
  7. On Returning: 8
  8. A Mutual Friend: 7,5
  9. Blessed State: 8
  10. Once Is Enough: 7,5
  11. Map Ref. 41°N 93°W: 8,5
  12. Indirect Enquiries: 8
  13. 40 Versions: 8

154 (1979) cierra la brillante trilogía inicial con la cual comenzaría su carrera la banda de post-punk inglesa Wire. Luego del mismo en 1980 la banda decide entrar en un impasse para experimentar con otros sonidos de forma individual, teniendo mayor repercusión la carrera solista de su cantante Colin Newman.

Volviendo a 154, nombre elegido por la cantidad de shows que habían dado en su carrera hasta ese momentos, estamos ante otro disco de enorme factura y de mucho valor. Continúa la senda experimental de sus antecesores, fusionando el avant-garde con la melodía del rock clásico y del post-punk.

En esta su tercera placa el grupo londinense brilla en la primera parte con composiciones redondas y efectivas como “I Should Have Known Better”, “Two People in a Room”, “The 15th”, “Single K.O.” y “A Touching Display”. La segunda parte cae un poco pero deja algun que otro momento lúcido tal es el caso de “Map Ref. 41°N 93°W”, “Indirect Enquiries” y “40 Versions”, dejandonos en definitiva otro discazo.

Por fortuna el hiato de la banda duraría menos de lo esperado y volverían para 1987 con The Ideal Copy, un trabajo bastante más flojo de lo que nos habían mal acostumbrado, en el correr de los próximos años alternarían buenos discos y malos pero nada nos puede quitar al magnífico Wire de los primeros años.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 5)

Ivan Noble – Preguntas Equivocadas (2003)

Ivan Noble - Preguntas Equivocadas (2003)

Puntaje del Disco: 6,5

  1. Viento en Proa: 6
  2. Dejás la Cara y Te Vas: 5,5
  3. Un Minuto Antes de Dejar de Quererte: 6,5
  4. Argentinamente: 7
  5. Tocado: 7,5
  6. Respirar: 5
  7. Preguntas Equivocadas: 6,5
  8. Aburrido: 4
  9. A Los Abrazos Con Mis Malos Modales: 7
  10. Princesa Tibia: 6,5
  11. No Cuentes Conmigo: 8
  12. Amor a Tercera Vista: 6
  13. Las Malas Compañías: 7,5

«Hay como una cosa del folklore del rock nacional que cuando el cantante de una banda se hace solista, hay en principio como una mirada de soslayo. A ver por qué se separó. A ver si vale la pena que se haya quedado solo. Yo no sé quién cuernos va a escuchar este disco y eso, por otro lado, me da una gran sensación de libertad. Pienso que el público de base puede ser el de los Caballeros, pero también que una porción de ese público estará desconfiado, enojado, resentido o triste por la separación de la banda. Lo entiendo, pero sólo pido una oportunidad, como se le dice a una ex novia. En este caso que escuchen el disco.» De esta forma teorizaba Ivan Noble sobre que sensaciones tendría el público de Los Caballeros de la Quema con el inicio de su carrera solista.

Al tiempo que desarrollaba su faceta como actor, en tiras televisivas y una película, Ivan se la pasaba componiendo. Y a su vez a los que serían sus acompañantes para grabar su disco debut. Llegaron el bajista Beno Guelbert (ex La Zimbabwe, Man Ray, Las Pelotas, etc.) y el baterista, de origen mexicano, Fernando Torreblanca, Ariel Lobos, un viejo amigo de Noble, se hizo cargo de las guitarras y Sufián Cantilo trajo sus pianos, teclados y programaciones. Con esta formación grabaría Preguntas Equivocadas (2003).

Sobre las expectativas generadas por el lanzamiento Ivan siempre ingenioso lo definía de la siguiente forma: “Con mucha humildad quisiera que fuera mi carta de presentación en el universo de los solistas argentinos, que son interesantísimos. No tienen nada que envidiarles a los anglosajones. Páez no está lejos de Elvis Costello. Y Sabina, que es casi argentino, escribe canciones tan enormes como las de Tom Waits o Leonard Cohen.” Y agregaría sobre su lugar en el rock nacional: «¿Viste esas películas de la mafia de Scorsese o la serie «Los Soprano», donde los capos se juntan en una mesa y hay uno, que es como el iniciado, que sirve las copas y pregunta quién es cuando tocan a la puerta? Yo me imagino en esa mesa a los García, a los Páez, a los Calamaro, a los Gieco y yo sirviéndoles los tragos.»

En Preguntas Equivocadas queda verdaderamente poco de lo que hacía con Los Caballeros. El rock esta casi ausente y encontramos temas básicamente pop intercalados con alguna balada interesante.
Sobre el sonido que buscó alcanzar y sus nuevas inquietudes musicales reflexionaría lo siguiente: “Quería incorporar máquinas y sonidos que para mí eran nuevos. Es parte de un proceso de curiosidad y de desprejuicio. Durante un tiempo ironicé mucho sobre la música electrónica, como un gesto de provocación y sabiendo que hablaba de algo de lo que no conocía a fondo. Pero en determinado momento empecé a escuchar música que incorporaba elementos electrónicos, como Morcheeba Massive Attack, y me pareció que iban por un camino interesante. Lo que sí tuvo claro desde el inicio es que quería hacer un disco de canciones, ser un cantautor. El rock en sí a veces esconde el género canción, le pega un codazo. Y, al revés, los cantautores mandan al cuarto de servicio, a la escalera de incendio, a la banda. Yo no quería que ninguna de esas dos cosas pasen. Esa es mi búsqueda.”

Lamentablemente la carrera del líder y cantante de Los Caballeros de la Quema entre 1990 y el 2002, se iría volcando cada vez más hacia lo romántico y melódico e iría progresivamente abandonando el rock que lo vio nacer y que le posibilitó hacerse conocido. Una especie de Rod Stewart, autóctono que descubrió que ganaba mucho más haciendo temas menores en tono pop que con el rock de sus primeros años.

F.V.

Tu puntuación
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