Ciro y Los Persas – Espejos (2010)

 

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Puntaje del Disco: 6,5

  1. Antes y Después: 8,5
  2. Servidor: 7,5
  3. Insisto: 8
  4. Espejos: 6,5
  5. Banda de Garage: 7
  6. Vas a Bailar: 7,5
  7. Rockabilly Para Siempre: 6
  8. Blues de la Ventana: 7
  9. Chucu-Chu: 5
  10. Paso a Paso: 6
  11. Ruidos: 8
  12. Noche de Hoy: 7
  13. Malambo Para Luca: 6
  14. Blues del Gato Sarnoso: 6,5
  15. Trapos: 5

“Cuando se acabó lo de Los Piojos mi deseo era salir en dos meses con una gira, seguir laburando como si no hubiera pasado nada. Mi deseo era ése, no por negación, porque tenía aceptado que se había terminado, pero no quería perder lo que más me produce placer, que es tocar, salir de gira y todo eso. Era una mezcla de bronca, de incertidumbre, de inseguridades personales y de muchas preguntas a las que debía encontrarles respuestas», así describe Andrés Ciro Martinez los días posteriores al último recital en River Plate que significó la despedida de Los Piojos en Mayo del 2009.

Espejos, su primer disco solista apoyado por la banda Los Persas (Juan Abalos y Juanjo Gáspari en guitarras, Broder Bastos en bajo, Lulo Isod en batería y Chucky de Ipola en teclados), salió a la venta en Agosto de 2010 y significó como era de esperarse todo un acontecimiento para la escena del rock local. Sobre esta nueva experiencia Andres explicaría lo siguiente: «Es gente que toca muy bien y hay buena onda, buena química. Fue como armar todo de cero y estoy muy contento. Quería que el disco sonara a banda tocando, pelando. Por eso está grabado prácticamente sin sobregrabaciones. Me gustaba que fuera un disco crudo, tocado como se toca en vivo y que fuera una banda potente, sintética, concreta, dinámica. Y creo que se logró, los pibes consiguieron un sonido que parece que fuera una banda con muchas horas de ruta. Eso es energía y talento de los pibes y horas de ensayo, muchas horas de ensayo. Eso es lo que busqué para este momento».

En Espejos Ciro suena como si se hubiera sacado un peso de encima. Y esa libertad se tradujo en un aluvión de nuevas canciones, quince pistas donde el artista se mueve a gusto y piaccere en la variedad mezclando rock, blues, reggae y malambo. Los temas que se volvieron populares como “Antes y Después”, “Servidor”, “Insisto” y “Vas a Bailar” son de lo mejorcito del trabajo, que alterna buenas y malas pero la buena química con el grupo y mantener la identidad que el propio cantante venía teniendo en años de trayectoria debería ser todo un triunfo en si mismo.

Por último dejamos una conclusión (bastante pesimista por cierto) del propio Andrés acerca de cómo ve la escena del rock nacional actual: “No está para nada fácil el panorama. Hay mucha cumbia y reggaeton. Antes iba a un boliche o fiesta y te ponían un hit de Ricky Maravilla o Pocho La Pantera, pero ahora, el 80 por ciento es reggaeton o cumbia. Ves músicos famosos, rockeros, haciendo cumbia, como Calamaro por ejemplo. Hay otros más. Pero yo no. Trato de ser fiel a lo que me gusta. Es común que si un tipo mete un disco que pegó, al siguiente saca otro muy parecido porque le rindió”.

F.V.

 

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