Puntaje del Disco: 10
- Suzanne: 10
- Master Song: 9
- Winter Lady: 8,5
- The Stranger Song: 9
- Sisters of Mercy: 9
- So Long, Marianne: 10
- Hey, That’s No Way to Say Goodbye: 9,5
- Stories of the Street: 9
- Teachers: 8,5
- One of Us Cannot Be Wrong: 9,5
Leonard Cohen es uno de los artistas folk más importantes de la historia, una figura muy reconocida y respetada incluso hasta el día de hoy. Inicialmente un poeta y escritor, el Canadiense pasó la mayor parte de la década de los sesentas liberando novelas y poesía, no obstante financieramente la escritura no arrojaba el fruto esperado, por lo que el hombre buscó probar con otra de sus pasiones artísticas; la música.
Como el modesto hombre que es, Cohen llamó su primer disco bajo el simple titulo de The Songs of Leonard Cohen, su sencilla portada de un retrato personal no hizo muy llamativo el disco; sin pretensiones, el trovador simplemente invitó al escuchante a adentrarse en sus canciones minimalistas y melancólicas, pero de una letra suprema y narrativa expresiva, producto de todos aquellos años como escritor.
En su debut el Canadiense se acompaña de su guitarra y ocasionalmente hay tenues arreglos de fondo que no alteran significativamente la música de sus canciones, el punto en este trabajo es claro; dirigir la atención a la sofisticada e impactante lirica que se desarrolla y sobretodo el impacto de emociones que generan, es curioso ya que la voz del señor Cohen no es espectacular y carece de grandes trucos vocales, pero le imprime un toque que inmersa a cada historia. No vayamos más allá del tremendo hit “So Long, Marianne” donde casi se puede sentir a flor de piel la añoranza de Leonard por Marianne, reflejada en una hermosa poesía de amor y varias referencias religiosas. Precisamente en referencia e las simbologías bíblicas, estas son un elemento que siempre ha estado presente en las letras del poeta y son notables en el otro temazo del disco “Suzanne”, un sentimental tema que había regalado a la cantante Judy Collins y que en vista del éxito conseguido por ella, el llegaría a animarse a probarse como cantante en lugar de quedarse como letrista. En lo personal me encanta la final “One of Us Cannot be Wrong” donde cuenta cuatro historias desgarradoras de corazones rotos que duelen hasta el corazón de uno mismo.
Es interesante pero cautivador como Cohen se vale no solo de historias ficticias sino de experiencias reales como la narrada en “Sisters of Mercy” sobre dos mujeres a las que conoció y que dio hospedaje en una noche nevada, quienes le inspiraron a redactar la canción, o por otro lado está “Stories of the Street” donde canta sus impresiones sobre el sufrimiento humano tras haber estado observando desde un balcón lo que sucedía en una calle. Pero es difícil a veces discernir en que se inspiró en cada tema, ya que cada una es tan sentida que parecieran reales y podría pasar párrafos y párrafos de esta reseña analizando la profundidad de una por una. Todas son excelentes, y el disco en general es perfecto y digno de la calificación máxima.
Concluiré contando que nadie daba muchas esperanzas a que un tímido e humilde trovador en sus treintas pudiera brillar habiendo tantos artistas de moda (y sobretodo de gran calidad) y tantas sensaciones juveniles en ascendencia, ni siquiera la propia disquera esperaba mucho por el pobre Leonard Cohen, pero su calidad se impuso y dio la sorpresa al vender más de 100,000 copias convirtiéndolo en un artista de culto, condición que mantiene aun al día de hoy, cuando a sus más de ochenta años aun sigue desarrollando música de calidad envidiable.
Gera Ramos