Regina Spektor – Remember Us To Life (2016)

regina-spektor-remember-us-to-life-2016

Puntaje del Disco: 7,5

  1. Bleeding Heart: 7
  2. Older and Taller: 7
  3. Grand Hotel: 7
  4. Small Bill$: 9
  5. Black and White: 8
  6. The Light: 8
  7. The Trapper and the Furrier: 8
  8. Tornadoland: 8
  9. Obsolete: 7,5
  10. Sellers of Flowers: 8
  11. The Visit: 8
  12. New Year: 6
  13. The One Who Stayed and the One Who Left: 6,5
  14. End of Thought: 7

Regina Spektor irrumpió en la escena musical mainstream hace ya una década con un disco adecuadamente titulado Begin to Hope (‘Empezá a esperanzarte’). Si bien ya tenía tres álbumes en su haber (11.11, Songs y Soviet Kitsch), fue este trabajo, de la mano del single «Fidelity», el que logró que el público general le prestara atención. No parecía haber mejor momento, dado que la cultura pop se saturaba de un arquetipo femenino bautizado «Manic Pixie Dreamgirl»: Chicas jóvenes, bonitas, obsesivamente positivas, que iban a contramano de la moda, recuperando estilos, música y actitudes de épocas más inocentes. Su génesis fue la francesa «Amelie» (2001) y a partir de ahí, Kirsten Dunst en el film «Elizabethtown» (2005) y Zooey Deschanel en prácticamente toda su carrera terminaron de definir a estas proto-hipsters. En medio de esta nueva tendencia, apareció Regina Spektor, una rusa exiliada en Estados Unidos, con voz delicada, rostro angelical y sonrisa luminosa, que tocaba en el piano sus propias canciones de letras optimistas y cotidianas, sin llegar a la cursilería ni a la ridiculez, convirtiéndose rápidamente en la banda de sonido de estas jovenzuelas que enfrentaban la vida con más ganas que ideas.

Posteriormente, Spektor se superó a sí misma con el excelente Far (2009), estiró el buen momento con un DVD en vivo, y dio su primer paso en falso con What We Saw From the Cheap Seats, un disco correcto pero desprolijo, donde la cantante echó mano a viejas composiciones para rellenar un álbum evidentemente poco inspirado.

Diez años después de Begin to Hope, el mundo es distinto. Las corrientes feministas barrieron con ese ideal de ser una babieca dedicada a mostrar a un hombre el lado romántico y sencillo de la vida. Las mujeres, pues, desecharon ese modelo y los hombres, que en realidad nunca habían estado interesados, no protestaron. ¿Queda lugar para Regina Spektor y su pop sofisticado e intimista de tintes positivos? La respuesta es «Sí, siempre que nos centremos en su costado más oscuro».

«Bleeding Heart», primer single de este nuevo CD titulado Remember Us To Life, es Spektor en su envase clásico y destaca con un estribillo de lo más pop. Efectivo, pero no demasiado interesante. Al clásico piano, se suman algunos efectos de sintetizador vintage. Este rumbo continúa en «Older and taller», que tiene una linda melodía y un fino trabajo de cuerdas. Sólo faltaría un gancho pegadizo en el medio.

Las cosas se ponen más atrayentes con «Grand Hotel», una balada in crescendo con un pseudo rapeo que no pierde su sabor pop. El piano siempre es protagonista, a pesar de otro buen arreglo de cuerdas. Y hablando de rapeos, Spektor se lo toma en serio en «Small Bill$», que marca una gran diferencia con lo que veníamos escuchando hasta ahora. Batería hip-hop, cuerdas cinematográficas y amenazantes, y un rap sin pretensiones que desemboca en coros de tinte oriental con desenfado infantil, a modo de estribillo. De lo mejor del disco.

«Black and white» suena a una balada de los años ochenta, aunque sin las producciones grandilocuentes de esa época. Dulce por todas partes, casi al borde de empalagar, pero sin llegar a hacerlo. El siguiente tema, «The Light», es más Spektor clásica, con un tono intimista que va creciendo a medida que la letra se vuelve más profunda.

Todo se vuelve oscuridad con «The trapper and the furrier», que empieza inquietantemente acapella  hasta que estalla en cuerdas y las teclas más graves del piano. A lo largo de la canción, la voz de la protagonista se irá enojando y desatará un furioso trabajo de percusión. Otro punto alto.

«Tornadoland» es un acto pop calmo para tratar problemas jodidos, como la depresión y la ansiedad. Los toques amenazantes de dichos demonios aparecen en forma de cuerdas y sintetizadores. En medio de esa oscuridad, es la siempre frágil y balsámica voz de Spektor la que nos rescata. «Obsolete» es pura melancolía ante el tiempo que pasa y el hecho de no saber todavía qué somos. «Seller of flowers» continúa por el camino de la tristeza con una orquestación fílmica, mientras que «The Visit» viene a cuestionar, de una manera un poco más alegre, sobre los constantes cambios de la vida.

Poco más puede decirse de «New Year» y «The one who stayed», dado que insisten en la fórmula más pop de Spektor. «End of thought», el final del disco, agrega arreglos que hacen las veces de ejercicios de potencia y presenta algunas de las estructuras irregulares que caracterizaron a Regina en sus primeros trabajos. No por nada estos últimos tres temas son meramente bonus tracks, ya que suenan a relleno por todas partes.

Remember Us To Life es un disco que presenta cierta inconsistencia y demuestra que poco queda de la atrevida Regina Spektor de los tres primeros álbumes (sólo «Small Bill$» recupera esos experimentos), si bien sus canciones pop siguen siendo de lo mejor que puede escucharse actualmente. Huelga decir que, más allá de su hermosa voz y su destreza en el piano, un punto fuerte de Spektor son las letras, por lo que si el oyente no sabe inglés o no se molesta en prestarles atención, se está perdiendo la mitad del talento de esta artista.

La edad de la madurez le llegó a Regina Spektor y aunque quede poco lugar para el optimismo, siempre habrá espacio para sus buenas canciones.

Camilo Alves

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Deja un comentario