Puntaje del Disco: 6
- Mihalis: 7
- There’s No Way Out of Here: 8,5
- Cry from the Street: 6,5
- So Far Away: 5,5
- Short and Sweet: 5,5
- Raise My Rent: 5,5
- No Way: 6,5
- It’s Deafinitely: 6
- I Can’t Breathe Anymore: 6
El primer disco de David Gilmour como solista no llegó cuando se había disuelto Pink Floyd. Al contrario, lo lanzó en el momento de pleno auge de la banda en los setenta. Sin embargo, por aquel entonces Roger Waters empezaba a dominar cada vez más monopólicamente el andar artístico de la banda. Así que la aparición de este disco solista de Gilmour algunos lo podrían tomar como un gusto que se dio, un capricho personal por así decirlo, así como una prueba para demostrar cómo le podía ir sólo en el caso de que las cosas no funcionaran en Pink Floyd.
El homónimo disco debut de Gilmour, tiene algo del sonido de Floyd pero no íntegramente. David trata de combinar Rock Progresivo con un poco más de Blues Rock. Y el resultado son 9 canciones que francamente son por momentos tan genéricas como inmemorables.
Por un lado, tenemos canciones instrumentales, como “Mihalis”, apacibles, escuchables, en las que Gilmour trata de destacar en guitarra, pero simultáneamente intrascendente. Incluso en su aventura más experimental, “It’s Deafinitely”, una rareza de un sonido espacial, Gilmour no logra brillar con lo que ofrece compositivamente.
Por otro lado, en los temas en los que incorpora su voz alterna buenos y malos momentos. Dentro de lo bueno, “There’s No Way Out of Here” ofrece una melodía que se puede apreciar y toma una dimensión superior al resto del disco. Y dentro de lo malo tenemos canciones como “So Far Away”, una balada a piano tan floja como corriente.
Tampoco ayuda que las canciones son más bien largas (promedian los 5 minutos y medio), por eso cuesta digerir un poco este primer trabajo solista de Gilmour. Así que hay que tomarlo como lo que es, un tibio intento para ver si podía sobrevivir sin Pink Floyd.
Persy