Puntaje del Disco: 5
- Love Is All We Have Left: 4
- Lights of Home: 4
- You’re The Best Thing About Me: 7
- Get Out Of Your Own Way: 7
- American Soul: 4
- Summer of Love: 6
- Red Flag Day: 6
- The Showman (Little More Better): 7
- The Little Things That Give You Away: 5
- Landlady: 4
- The Blackout: 6
- Love is Bigger Than Anything in Its Way: 4
- 13 (There Is A Light): 5
En 2014, U2 sorprendió con una movida comercial inusual, al regalar su disco Songs of Innocence a todos los que poseyeran un iPhone. A pesar de ser música gratis, a muchos usuarios no les gustó ni un poco que le metieran algo de prepo en sus teléfonos. No obstante, la campaña funcionó en términos publicitarios y, en última instancia, U2 respaldó sus acciones con el mejor disco desde aquel regreso de 2001 llamado All that you can’t leave behind. Si en lugar de ello, los irlandeses hubiesen regalado este último Songs of Experience, las quejas habrían sido aún mayores y más de un iPhone hubiese terminado estrellado contra una pared.
Según los comentarios del grupo, estas canciones nacieron de las mismas sesiones que Songs of Innocence. Será por eso que tienen un olor a descarte que voltea. Si el álbum anterior contenía bellas melodías, diversidad de ritmos, una producción cuidada, y letras de una nostalgia palpable, siempre con la sencilla poética que Bono tan bien maneja, todas esas cualidades brillan por su ausencia aquí.
Abrimos con “Love is all we have left”, una introducción de menos de 3 minutos que no llega a ser interesante. El colchón sonoro electrónico como única base para la voz de Bono no tiene la efectividad que habría suscitado en Zooropa y el uso del autotune para las voces es ya un cliché innecesario y gastado, a esta altura, un truco de producción con pasada fecha de vencimiento como las baterías llenas de reverberación en los ochenta.
Continúa “Lights of home”, que intenta emular el sonido de aquella vieja gloria llamada The Joshua Tree, pero no lo logra. El track se despide con un coro masivo alla “Hey Jude” que falla en evocar cualquier tipo de sentimiento de comunidad. “You’re the best thing about me” fue el primer single del disco y se nota por qué. La melodía pretende ser pegadiza y, a fuerza de repetición, lo consigue. Pero vale mencionar que pegadiza no es lo mismo que memorable.
“Get out of your own way” es otra canción simpática, pero no pasa de eso. Suena a una versión diluida de la magnífica “Every breaking wave” del disco anterior. “American Soul” simplemente aburre, mientras que “Summer of love” tiene cierto sabor tropical cool y un riff de guitarra digno de un temita chill veraniego. Las cosas recuperan movimiento con un The Edge más funky en “Red Flag Day” mientras que “The Showman” rescata un espíritu acústico y levanta un poco el nivel, con Bono entregando una melodía más inspirada.
Todo esto último se quiebra con la batería electrónica de “The Little things that you give away”, una balada atmosférica que nos hace extrañar las épocas de «With or without you». Otra balada le sigue, “Landlady”, más orgánica que la anterior, aunque tampoco sobresale.
Ya en la recta final, tenemos “The Blackout”, un rock procesado y con toques dance disco. “Love is bigger than anything in its way” es un himno a la manera de “Still haven’t found what I’m looking for”, aunque sin un cuarto de su magia. Cerramos con el número de la mala suerte, “13”. Una balada que zafaría si no fuera porque… ¡es una remake de «A song for someone», del disco anterior!
Aunque varios medios masivos “especializados” ya lo están nominando como uno de los mejores discos de 2017, desde este humilde espacio de opinión, nos permitimos sugerir que a U2 le cae mejor la inocencia que la experiencia.
Camilo Alves