Puntaje del Disco: 7,5
- Middle of Nowhere: 7
- Guilty: 6,5
- Meadow: 8
- Just a Little Lie: 6
- Six Eight: 6
- Though She’d Be Mine: 8
- Roll Me Under: 7
- Never Enough: 8
- The Art of Letting Go: 9
- Finest Hour: 8Good Shoes: 7
- Reds & Blues: 6,5
Primero lo primero: Stone Temple Pilots volvió a ser Stone Temple Pilots.
Después de la participación de Chester Bennington (Linkin Park) entre los años 2013 y 2015 y tras la muerte de la voz insignia de STP Scott Weiland a fines de 2015, el futuro de la banda era incierto y hasta parecía sellado… hasta que apareció Jeff Gutt (ex Dry Cell).
Haciéndose cargo de unos zapatos muy grandes para llenar y junto a los hermanos Dean y Robert DeLeo (Guitarra y bajo, respectivamente) y Eric Kretz (batería), alineación estable y fundadora de STP, lanzaron el 16 de Marzo el segundo disco autotitulado de la carrera de la banda (el anterior había sido publicado en 2010, todavía junto a Scott Weiland).
La formula del disco continua la estela del trabajo anterior ( “Stone Temple Pilots” 2010) pero con un cierto ambiente de melancolía y homenaje, con canciones hardrockeras como el sencillo “Meadow”, “Roll Me Under” y “Six Eight” y baladas en clave psicodelia como “Just a Little Lie”.
El golpe bajo lo ofrecen dos excelentes composiciones que son parte (junto con “Meadow”, el blues eléctrico “Never Enough” y “Finest Hour” ) del punto mas alto del disco: “Thought She´d be Mine” y “The Art of Letting Go”, esta ultima actuando a modo de homenaje por las muertes de Weiland y Bennington, pero no por cumplir una obligación deja de ser una de las mejores canciones del álbum y una que no puede faltar en el setlist de gira de presentación del disco.
Siguiendo la línea de sus contemporáneos Alice in Chains cuando publicaron “Black Gives Way to Blue” (2009) con William DuVall haciéndose cargo de las voces luego de la muerte de Layne Staley en 2002, STP entrega un trabajo sólido pero no por eso esta exento de comparaciones (especialmente el increíble parecido de Jeff Gutt con Scott Weiland en lo que a habilidades vocales se refiere).
“Stone Temple Pilots” no sera catalogado como el mejor álbum de la historia de la banda, pero tampoco como una mera excusa para cumplir obligaciones y llenar cuentas bancarias. Scott Weiland lo hubiera aprobado.
Max Diaz
No logro converser para nada el último disco de Stone Temple Pilots con el nuevo vocalista que tiene, Scott Weiland era irreemplazable en la banda, tenia muy buena voz hasta que él no se pudo controlar su adicción a la droga y lamentablemente murió en una forma repentina por no cuidarse de su salud o por algo, y el Chester Bennington de Linkin Park no es de mi agrado pero también murió de suicidio en 2017.
Stone Temple Pilots no es la única banda que pueda haber sobrevivido en la escena grunge en los ’90 pero igual era muy buena banda en los buenos tiempos pero lastima que ahora la banda siguió tocando sin la presencia de Scott Weiland, ya no es lo mismo de antes.
Y cambiando de tema, mejor espero más reseña de banda de rock clásico por estos lados en Persi Music que sea a mi gusto.
Saludos.