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Serú Girán – Serú ´92 (1992)

Puntaje del Disco: 7

  1. Queen Elizabeth: 8
  2. Mundo Agradable: 7
  3. No Puedo Dejar: 8
  4. Ese Tren: 6
  5. A cada hombre, a cada mujer: 7
  6. Hundiendo el Titanic: 7
  7. Transformación: 7,5
  8. Déjame entrar: 6
  9. Nos veremos otra vez: 7
  10. Si me das tu amor: 6
  11. Muévete al hablar: 5

El quinto y último disco de estudio de Serú Girán llega 10 años después de su última producción discográfica (el disco en vivo, No llores por mí, Argentina, 1982), apareciendo en las tiendas a mediados de 1992. El contexto era especial, los cuatro habían decidido volver a juntarse, después de decidir encarar diversos proyectos en solitario a principio de los ´80. Por lo tanto, no querían sólo volver con sus viejos y conocidos temas, sino que buscaban sorprender con nuevo material. De esa idea nace Serú ´92, amado y odiado por partes iguales, y aunque entiendo a ambas posturas, creo que las dos tienen cierta razón en sus afirmaciones.

Primero y principal, el disco fue un éxito en ventas, algunas de sus canciones fueron usadas como cortinas de noticieros y segmentos radiales. Esto no fue casualidad, la idea del álbum desde el vamos fue reducir la complejidad de sus composiciones anteriores tanto a nivel instrumental como lírico; tal es así que las revistas de la época lo catalogaron como “light” y “pop”; y que su reunión fue sólo un intento forzado de levantar dinero. Charly García no tiene el protagonismo de los otros álbumes y se optó por darle más espacio a las composiciones de Pedro Aznar y David Lebón; si esto es bueno o malo decidirá cada uno, pero de buenas a primeras puedo afirmar que no suena al Serú viejo que conocíamos, parece otra cosa.

Desde mi punto de vista el comienzo es lo mejor del mismo, la pieza instrumental (un clásico en cada disco de Serú) “Queen Elizabeth” empieza con el sintetizador de Charly endulzando los oídos, a lo que se suman los otros integrantes de la banda; conformando una muy linda obra de 5 minutos. Continúa con “Mundo Agradable”, que se nota que es una composición de Lebón, apelando a mensajes de esperanza y superación social para mejorar el mundo; la canción fue uno de los cortes de difusión más conocidos del disco.

Después sigue “No puedo dejar” lo más García del disco, de hecho es una composición suya que no incluyó en su disco de estudio solista de 1990 (“Filosofía barata y zapatos de goma”); una pieza oscura y con una lírica de autodestrucción adornada con pasajes románticos, de lo mejorcito del álbum. Con “Ese Tren” yo veo una de las canciones menos movilizadoras del disco, y si bien este tema tiene sus fanáticos y se pueden destacar la batería de Oscar Moro y los arreglos de Aznar, lo noto con falta de profundidad y riesgo; en definitiva con falta de Serú. Habla de un tren tanto metafórica como literalmente, como el objetivo de alcanzar algo y movilizarse con ello.

En “A cada hombre, a cada mujer” lo vemos a Aznar luciéndose con ésta composición, en la que por primera vez cantan los tres integrantes (salvo Moro); si bien es una canción romántica está bien lograda y suena novedosa. “Hundiendo el Titanic” pareciera ser un chiste de Aznar y García, una canción orientada más a la comedia que a otra cosa, y logra su cometido, al final de la misma nos damos cuenta que no se toma muy en serio así misma, pero así y todo no es ridícula y se deja escuchar. Con “Transformación” vemos algo mucho más parecido a Serú que todo lo anterior (y casi que en todo el disco), una pieza de casi 7 minutos, en donde la metafísica y el existencialismo de Charly nos vuelve a arropar.

Desde acá creo que el disco se vuelve menos interesante, “Déjame Entrar” de Aznar es una crítica a la Guerra del Golfo que ocurrió en aquellos años; si bien parece un tema interesante para una canción, la misma recae en clichés y no me terminó de conmover casi nunca; en “Nos veremos otra vez” otra composición de Lebón, se vuelve a la fórmula de “Mundo agradable”, una letra esperanzadora y que se volvió viral en sus años; David está muy bien en el piano, después de eso, poco más. “Si me das tu amor” de Pedro Aznar y “Muévete al hablar” de Lebón cierran el disco; ambas bastante del montón y con poco para destacar desde mi punto de vista. Con “Muévete al hablar” Lebón compone un blues que a mi gusto se vuelve largo y monótono.

En resumen: ¿es el peor disco de Serú? Cuesta mucho poner en una misma oración la palabra “peor” o “malo” y que seguido a eso siga Serú Girán. Queda fuera de discusión que eran unos músicos increíbles, cuatro maestros a pocos metros de distancia que sacaron una luz a las demás bandas en sus inicios. Ahora dicho esto, el álbum Serú 92 no es un disco malo, de hecho puede ser que te guste y lo vuelvas a escuchar, porque la calidad de éstos músicos es enorme y se nota; lo que si hay que aclarar que es un disco que tiene muy poco que ver con Serú Girán, si te enamoraste de ellos por sus primeros 4 discos, lo más probable es que éste lo escuches con cierta indiferencia porque no tiene la magia de los anteriores. Si alguien que no conoce nada de esta enorme banda, me pregunta que disco debe escuchar; sin dudarlo le recomendaría La Grasa de las Capitales (1979) o Bicicleta (1980), Serú 92 no resta, pero suma muy poco a la leyenda de Serú.

Germán Albariño

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