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La quimera de la perfección

Hace un par de semanas apenas, me tope de frente con un disco excelentísimo. Musicalmente hablando, es poderoso, complejo, crudo, elevado, maduro y potente. Una pieza del metal argentino que resulta imprescindible para todo oído avezado en el arte de Euterpe. Estoy hablando del álbum La Quimera De La Perfección de la sublime e icónica banda Avernal. Es éste un disco único lleno de talento y harto trabajo compositivo, con letras increíblemente destructoras, rebeldes, resistentes, contestatarias, subversivas, pero además inteligentes, profundas, reflexivas, penetrantes e intelectuales incluso. El mensaje lírico es fabuloso, pocos discos (y aún más pocos en esta actualidad dosmilera) tienen un significado tan humano, tan social, tan superior. Las nueve canciones que conforman este álbum transcurren magnánimas, con letras eminentes y musicalizaciones devastadoras. En pocas palabras: es una chulada de disco.

El disco es impecable tanto en lo musical como en lo lírico (nunca me cansaré de repetirlo). Lo importante ahora es el arte visual. La portada es una de las mejores que haya visto en todo mi recorrido por los placeres de la música. Santiago Caruso es sin duda uno de los mejores ilustradores que se hayan visto sobre esta piedra, justo a la merecida altura de Eliran Kantor, Edmundo López y Kristian Wåhlin. La ilustración es tan grandiosa que incluso la banda tuvo a bien mantenerla intacta, por lo que ni el logo de la banda ni el título del disco figuran sobre la portada sino sólo en la costilla lateral. Piénsese en lo siguiente:

En el borde inferior, un hombre yaciendo muerto con pies, brazos y cabeza separados del cuerpo, laceraciones en el costado y antebrazo, la cabeza (desprendida del torso) apoyada sobre un libro enorme. Posando sobre su pecho un cuervo negro dirigiendo su atención hacia atrás aunque su cuerpo apunta hacia adelante. El pene del hombre está erecto, siendo atraído por la mujer levitando sobre él en posición de meditación espiritual. Del pubis del hombre sale una larguísima víbora tricéfala que se extiende hasta el pubis de la mujer. Ella tiene un círculo perfecto en el estómago, un águila real en el pecho y una insignia de divinidad en la frente. Una vena dorada comunica sus manos rodeando su cabeza. Los labios son negros, de su boca emana una luz que cubre al hombre de cabeza a pies. También de su cabeza sale una luz hacia arriba y posee un par de alas de murciélago que surgen detrás de sus orejas.

  1. El hombre desmembrado es símbolo de la masculinidad inofensiva. Las extremidades son las armas mortales del hombre. Lo importante es que también la cabeza está separada, lo que la rebaja al nivel de pies.
  2. La cabeza, separada del cuerpo, yace sobre un libro enorme. Esto es metáfora de la inutilidad de la ciencia para un cuerpo muerto. Aunque la cabeza del hombre se pose sobre siglos de cultura inteligente, no sirve de nada si el cuerpo está inerte y sobre todo separado de ella; de qué sirve todo el conocimiento en la cabeza del hombre si su cuerpo está separado de ella y no puede acatar sus órdenes.
  3. El cuervo es un ave de rapiña, por eso se alimenta del cuerpo del hombre, porque está putrefacto, simbólicamente hablando.
  4. El pene está erecto, ¡vivo!, a pesar de que todo en el hombre está vacío de existencia.
  5. El círculo es un ojo, el tercer ojo… en el estómago, en las entrañas, en el instinto.
  6. El águila real es el escudo de todo un pueblo, de su cultura, de su historia, es latinoamérica latiendo en su pecho.
  7. Ambas manos abiertas, una iluminada ofreciendo todo su potencial, la otra recibiendo todo cuanto el mundo tenga que brindarle
  8. Los labios son negros, color signo que rechaza cualquier ente que tratase de aproximarse a ellos.
  9. La luz de su cabeza se dirige al cielo y no hacia un libro en el suelo, lo cual significa que es una luz de sabiduría, no de conocimiento.
  10. La espalda es el pilar que sostiene el cuerpo, la cabeza es el pilar que sostiene al alma. Por eso, las alas no surgen de la columna vertebral sino de la nuca.
  11. Las alas no son de ángel ni de ave emplumada sino de murciélago. Conózcase al animal y se podrá interpretar el simbolismo.

En fin, podríamos seguir y seguir hablando de esta portada. Eso sin entrar en detalles con la música y sobre todo en las magníficas letras. Pero queda claro que, en definitiva, La Quimera De La Perfección es una portada espléndida. Por cierto, el título del disco engloba todo lo que he escrito en esta digresión y lo perfecciona. Mírese la portada y descúbrase que ésa es exactamente la quimera de la perfección.

Kobda Rocha

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