Que un Power Trío de Rock atronador como Divididos se presente en un Teatro puede resultar una completa rareza. Pero la banda de Mollo nunca deja de sorprender. Divididos habitualmente brinda shows en el Teatro de Flores, que no es exactamente un Teatro, sino que tiene un campo de pie, y por eso se transformó en un escenario habitúe de muchas bandas nacionales como Los Carajo, Alma Fuerte, el Bordo, etc. Pero el Teatro Gran Rex es un lugar completamente distinto, no hay un campo de pie, sino que hay una abundancia de butacas, además de tener una mayor capacidad. Así que en la previa se planteaba el gran enigma: ¿Qué tipo de Show brindarían? ¿Un acústico?
Obtenidas las entradas, el misterio se resolvería presenciando la primera de las dos fechas que programaron en el Gran Rex: el 25/03/2017 a las 21hs. Ya establecido en mi asiento uno empezaba a analizar el tipo de público que fue a verlos. Se podría decir que la edad promedio de los espectadores era entre 35 y 40 años. El 60% de ellos vistiendo remeras negras de bandas de Rock, las mismas que utilizarían en cualquier recital sin importar que en esta oportunidad estaban en un teatro.
Divididos se tomaría su tiempo en comenzar. Alrededor de las 21:20hs, las luces se apagarían y Mollo ingresaría al Teatro a través de la misma entrada por la que ingresaron los espectadores, generando la revolución de sus fans que lo veían circular por el pasillo. Luego se sentaría solo en el escenario con telón rojo de fondo y guitarra en mano para dar inicio con “15 – 5”.
El público volvería a aplaudir cuando el telón se abriría para la entrada de Diego Arnero y cuatro invitados especiales en instrumentos de cuerda. Juntos interpretarían “Vengo del placard de otro”. Pero faltaba un integrante, Catriel se sumaría apareciendo de entre el público con bombo en mano para interpretar la bella versión de “Vientito de Tucumán”.
Todo daba a entender que el espectáculo iba a ser acústico y de cuerdas, pero no. El telón se cerraría y la aplanadora del Rock, con sus instrumentos eléctricos en mano y con batería de fondo empezaría a dar su clásico show de Rock con la actitud y contundencia que los caracteriza. Y por supuesto algunas facciones de su público, acostumbrado a poguear, sucumbirían en sus ganas de agitar por sobre el confort de estar cómodamente sentados disfrutando el evento.
Sus clásicos como “Perro Funk” y “Salir a Comprar” se sucedían uno tras otro, pero en el medio de la vorágine, nuevamente se cerrarían el telón. Era el momento de la sección acústica, comenzando con “Dame un Limón”, pasando por hits conocidos como “Spaghetti del rock” y “Par mil”, hasta cerrar finalmente con la folclórica “La flor azul”, en donde invitarían a chicas del público a demostrar cómo se baila folklore en el escenario.
Por tercera vez el telón rojo se cerraría, marcando el cierre de esa etapa y el retorno del rock eléctrico de Divididos. Con todo su despliegue y talento harían un recorrido variado tocando temas como “Qué tal”, la siempre rutilante “Amapola del 66” y cerrando con la tríada “Elefantes en Europa”, “Paraguay” y “Ala Delta”. Mollo incluso se daría el gusto de tocar con una zapatilla que le arrojaría el público.
Las luces se encenderían y si bien un Mollo ya cansado se despedía algo faltaba, así que como cierre interpretarían la infaltable canción de Sumo, “Crua Chan”.
Fue un recital tremendo, que duró alrededor de 3hs, en el que demostraron por un lado por qué son la Aplanadora del Rock y también dejaron en claro su versatilidad. En sus distintas secciones (Cuerdas, Eléctrico y Acústico) tuvieron un sonido impecable, dejando extasiados a sus espectadores en sus diferentes versiones. Así que mi interrogante sobre qué tipo de recital daría quedó resuelto: un show sublime en todas sus gamas.
Persy