Puntaje de la Serie:
- Año: 2007 – 2017
- Género: Acción, Aventura, Anime
- Creador: Masashi Kishimoto
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Puntaje de la Serie:
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Puntaje del Disco: 8,5
Por su brevísima discografía oficial, siempre es una buena excusa para repasar algún lanzamiento extra de Joy Divison como es el caso de su material grabado en vivo más valioso: Joy Division The Complete BBC Recordings.
Editado en el año 2000 registra las pocas presentaciones que pudo concretar la banda en la prestigiosa cadena británica durante el año 1979 (dos “Peel Sessions” en Enero y Noviembre, otra grabación en el programa “Something Else” en Septiembre y como cierre una entrevista de Ian Curtis y Stephen Morris con Richard Skinner).
Amén de la presencia de temas siempre imperdibles en su repertorio como “Love Will Tear Us Apart”, “Twenty Four Hours”, “Transmission” y “She’s Lost Control” le suma valor al material la inclusión de dos canciones que no forman parte de ninguno de sus discos de estudio como “Exercise One” y “Sound of Music”.
Quizás lo negativo de este lanzamiento, además de que falten variedad de canciones «She’s Lost Control» y «Transmission» tienen dos versiones distintas grabadas en distintos días, es su corta duración y que te deja con ganas de más de lo que podía dar esta tremenda banda, como también ocurre con la existencia de Joy Division en sí misma que tuvo su punto final con el suicidio de Curtis en Mayo de 1980, para luego los restantes integrantes dieran lugar a New Order.
F.V.
La guerra se interpreta de distintas maneras en el ámbito musical, desde los himnos nacionales que incitan al ataque hasta las marchas fúnebres que glorifican a los caídos. Cómo dejar de mencionar el cántico «¡Mejicanos al grito de guerra!», frase con la que comienza el himno nacional de este país en conflicto perpetuo, o la pariada «El valiente argentino a las armas corre ardiendo con brío y valor.» del himno nacional argentino, o así mismo la bayamesa cubana «¡Al combate corred, Bayameses!», o bien cualquier himno, sobre todo latino, sobre todo oprimido.
Los sonidos de guerra se distinguen cuando verdaderamente están en guerra; es decir, no sólo el himno que guía hacia el combate ni la balada funeraria que recuerda la guerra finita, sino el sonido activo dentro de la guerra activa, la música que suena a balazos, ballonetazos, fusilamiento y bombardeo. Técnica y prácticamente: una marcha belicosa. Así presentamos algunos buenos ejemplos de ello.
Kobda Rocha
Uno de los grandes anime insignia del nuevo milenio, estará retornando en octubre para dar comienzo a su último Arco: «La Guerra Sangrienta de los 1000 años».
Puntaje del Disco: 7,5
La música de una referencia del rock progresivo actual como Steven Wilson, fue abandonando progresivamente las guitarras para dar un paso a sonidos electrónicos y pop tal cual sería el caso de su sexto trabajo en solitario, The Future Bites lanzado en 2021.
El disco del londinense es mucho menos excitante que lo que se podría esperar, casi sin nexos a sus obras anteriores con excepción de “12 Things I Forgot”, que recuerda de a ratos a Porcupine Tree con instrumentación a base de guitarra. En líneas generales sus temas pierden complejidad, sin embargo, logran formas inesperadas con buenos resultados en algunos casos como el trip hop en “King Ghost”, las vibrantes “Self” y “Follower”, la oscura y electrónica “Personal Shopper”.
Claro está que no estamos ni por asomo ante las composiciones más logradas en la carrera de Steven Wilson, siempre se espera algo más de él o que haga un álbum que te vuele la cabeza, pero resulta positivo el hecho de poder replantear y transformar su sonido y no quedarse atado a una sola formula exitosa.
F.V.
Puntaje de la Serie:
Oscuro estero de inmundicia, pantano y limen del dolor,
promueve infame la injusticia, disfruta negro el deshonor.
Señor de injertos perentorios, veraz destino de impiedad,
alfil sin cánticos mortuorios que surge en premios de oquedad.
El amo ingente del pecado, maestro innato de la inquina,
regente altivo del estado, conduce al hombre hacia su ruina.
Gerente máximo del fango, supremo dios de la maldad,
distiende errático su rango, sublima el gen de humanidad.
El rey que el pueblo se merece, perfecta cumbre del gobierno,
abraza el orbe y lo enaltece, convierte el mundo en vil infierno.
Saludos, pompas, monumentos, respeto y libre admiración…
¡Oh, gran señor de los tormentos, patrono gris de corrupción!
Es la demencia su legado, es el desorden su placer;
es por las leyes venerado, tiene la marca del poder.
El día que acabe su regencia y vuelva el tierno bienestar,
con armonía y diligencia, vendrá otro peor a gobernar.
Kobda Rocha
Puntaje del Disco: 6,5
Me encanta los Reyes del Falsete como banda y me gusta que los grupos experimenten. Pero a veces los experimentos de los mejores no resultan ser necesariamente buenos. Ese es el caso de Guacalart, el cuarto disco de Los Reyes del Falsete, cuyo nombre nunca fue mejor puesto, por las sensaciones encontradas que genera, por una sencilla razón: los Reyes se sumergen en la electrónica, sonando como una versión de Kraftwerk del conurbano.
Guacalart es un giro completo donde los sintetizadores son los grandes protagonistas. Más allá de eso, las melodías indies siguen presentes, aunque francamente no son las mejores que escuchamos de ellos. No son malas, pero sí genéricas y un tanto olvidables.
Así que el disco tiene dos grandes problemas, la falta de identidad cuando apelan a la electrónica. a punto tal que en ningún momento no parecen los Reyes del Falsete. Y por otro lado, la falta de buenas melodías.
Es como si los Reyes hubiesen apostado por combinar Krautrock con Indie Pop, dejando de lado lo que mejor hacen que es el Indie Rock de guitarras más viscerales y precisas. ¿Dónde están las guitarras distorsionadas? ¿Su reminiscencia a Sonic Youth?. «El Río» es la que más se acerca a ese estilo, aunque no de manera brillante.
Entre esa mezcolanza, que incluye experimentación con el Rap en «La Boca», el tema que más resalta es «La Llamada», que debe tener la mejor melodía del álbum, contando con la colaboración de Rocio Fernandez y Maria del Rocio Bernardiner en voces. En ese aspecto, hay que resaltar que las interpretaciones vocales suenen extrañamente más pulidas de lo que habitualmente nos tienen acostumbrados los Reyes.
En definitiva, Guacalart es un álbum de buenas intenciones a la hora de buscar nuevos horizontes, aunque de un resultado que termina siendo chato de una banda desconocida, que no deja de ser una de las más destacadas del Indie argentino.
Persy
Puntaje del Disco: 7
Dentro de la corta vida útil del supergrupo Velvet Revolver, conformada por ex integrantes de Guns N’ Roses y Stone Temple Pilots, su segundo y último trabajo a la fecha Libertad (2007) ofrecería más de lo mismo con respecto a su antecesor, pero con un éxito más modesto por dejar de ser la novedad que significaría su debut.
Gracias al trabajo del productor del experimentado Brendan O’Brien, derrochan energía, actitud y melodías pegadiza en la mayor parte del álbum, en especial en su parte inicial con pistas adictivas como la sólida “She Mine”, el hit “She Builds Quick Machines” y el ritmo de “Pills, Demons & Etc.” y “Mary Mary”. Aunque por desgracia el resto del trabajo carece del mismo gancho y no está en la misma sintonía, con una leve inclinación hacia composiciones menos pesadas y algunas baladas poco efectivas.
En definitiva, la corta carrera de los Velvet Revolver insinuó más de lo que concretaron teniendo en cuenta el calibre de músicos como Slash y Scott Weiland (por solo nombrar los principales) se esperaba algo más que giras interminables y un suceso comercial incipiente. Tras una última presentación en 2008 ingresarían en un receso que termino siendo el final anunciado, dando lugar a que Slash impulsara su carrera solista, que Duff McKagan retomando su proyecto punk rock Loaded, y Scott Weiland regresara con Stone Temple Pilots.
F.V.
Puntaje del Disco: 5,5
En el año 1987, el Rock Alternativo afloraba como el género a tener en cuenta en los años venideros. Pero en los ochenta, el Hair Metal era uno de los grandes géneros de moda, el cual terminó afectando a algunos monstruos de los setenta, ya sea para aggiornarse o vender su alma al diablo. Black Sabbath es uno de esos grupos, que en 1987 editaría The Eternal Idol, el primer disco con Tony Martin como vocalista. Pese a que Martin era un tipo desconocido por aquel entonces es un muy buen cantante, con una voz limpia, y muy de las bandas de Glam Metal de los ochenta.
En ese aspecto, eso es lo que vamos a encontrar en The Eternal Idol, un Sabbah claramente influenciado por lo que sonaba aquel entonces. Sin embargo, Black Sabbath no es una banda mediocre como digamos… Poison. El sonido sigue sonando en algún punto algo oscuro, con riffs pesados del viejo Sabbath, aunque todo está bañado por una tonelada de Hair Metal a la cual ni Tony Iommi puede escapar. Sus solos están infectados por el Shredding de la época, aunque no a los niveles exagerados de tipos como Malmsteen.
Sacando toda la producción y parafernalia de los ochenta del análisis, The Eternal Idol tiene un enorme problema: sus temas son completamente inmemorables. Iommi, Martin y compañía pueden hacer un gran despliegue desde lo estrictamente técnico, pero no hay una sola melodía, un solo riff, absolutamente nada que quede grabado en tu inconsciente cuando lo escuches.
Bueno, tal vez sí, la homónima “The Eternal Idol”, es un corte con una atmósfera siniestra muy buena, despegandose fácilmente del resto. El otro que se separa es «Scarlet Pimpernal», por el simple hecho de ser un instrumental acústico de Iommi de influencias clásicas. Un adorable relleno que a él le encanta meter siempre. El resto del álbum, tiene algunos momentos pasables de metal como “The Shining”, pero en líneas generales es un disco olvidable de Black Sabbath.
Persy