Archivo de la categoría: Bandas de Rock Nacional Argentinas / En Español

Los Piojos – Chac tu Chac (1993)

piojos-chactuchac-3354588Puntaje del Disco: 8,5

  1. Llevatelo: 9
  2. Chac Tu Chac: 8
  3. Tan Solo: 9
  4. Cancheros8.5
  5. Los Mocosos7,5
  6. A Veces: 8,5
  7. Blues del traje gris: 7
  8. Yira – Yira8
  9. Pega – pega: 6.5
  10. Siempre bajando6
  11. Cruel: 9

Oriundos de la zona oeste del Gran Buenos Aires más precisamente de El Palomar, Caseros y Villa Bosch Los Piojos se formaron en 1988 y comenzaron tocando en pubs haciéndose conocidos en el oeste. En base a una propuesta musical influida fuertemente por los Rolling Stones en sus comienzos y más adelante incluyendo sonidos típicos rioplatense (candombe y tango) y con una propuesta escénica marcada por el carisma y la teatralidad en las presentaciones en vivo de su cantante Andrés Ciro consiguieron en poco tiempo aumentar la cantidad de seguidores.

Un empuje fundamental en su carrera se dio a principios de los noventa cuando un grupo consagradísimo como los Redonditos de Ricota los señalarían como la banda revelación del año. La esperada grabación de su primer trabajo se dio en el invierno de 1992 entre Junio y Agosto, en ese corto periodo registraron Chac tu Chac, editado finalmente el año siguiendo. Los Piojos lograron llamar la atención gracias a su variedad, con una versión rockera del tango “Yira Yira”, canciones románticas como “Tan Solo” y “A Veces” y temas mas movidos como “Llevatelo”, “Cruel” y “Chac tu Chac”. A pesar de contener una gran cantidad de hits el disco no alcanzo el nivel de ventas esperado en su momento, aunque luego cuando la banda se convirtió en una de las mas importantes y populares de Argentina algunos de estos temas como por ejemplo “Tan Solo» y «Llevatelo» se convirtieron en éxitos que no pararon de sonar cuando editaron sus respectivos discos en vivo, Ritual (1999) y Huracanes en Luna plateada (2002).

En el año ’93 se dedicaron a lleno a sus presentaciones en vivo, incluyendo una gira por el interior que los llevo a muchas ciudad del interior como Bahía Blanca, Rosario y Mar del Plata para luego a fines del mismo centrarse en su segundo trabajo que se conocería un año mas tarde.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Pappo’s Blues – Pappo’s Blues Volumen 1 (1971)

pappos-blues-volumen-1-6239009

Puntaje del Disco: 8

  1. Algo Ha Cambiado: 9,5
  2. El Viejo: 8,5
  3. Hansen: 9
  4. Gris y Amarillo: 7,5
  5. Adiós Willy: –
  6. El Hombre Suburbano: 6,5
  7. Especies: 8
  8. Adónde Está La Libertad: 8

En el año 1971 el guitarrista Norberto Napolitano, alías “Pappo”, abandonaría Los Gatos para formar un nuevo prometedor trío, que contaba en sus filas con David Lebón en Bajo y Black Amaya en bateria. El trío se llamó Pappo’s Blues en clara referencia al liderazgo de Pappo sobre el resto.

Su álbum debut no tardaría en llegar y en 1971 se editaría Pappo’s Blues Volumen 1. Fiel a su estilo Pappo nos trae un álbum de Hard Rock y Hard Blues de calidad, que toma influencias de Deep Purple, Hendrix y Led Zeppelin.

Volumen 1 es muy bueno y bastante sólido. En el podemos encontrar un par de clásicos que desde mi punto de vista se destacan sobre el resto: “Algo Ha Cambiado”, un devastador rocker con Pappo violando literalmente a su guitarra; y “Hansen”, que tiene una de las mejores sincronizaciones instrumentales del grupo, resaltándose el monstruoso riff de bajo de Lebón y luego Pappo demostrando su virtuosismo.

El resto del material también es competente. “El Viejo” es un blues más cauto pero psicodélico. En cambio, “Especies” es rock más violento y vibrante. “Adiós Willy” es un breve pasaje instrumental de piano que le agrega variedad al álbum. Y “Adónde Está La Libertad” es otra de las canciones de protesta más reconocidas de la banda. Cuenta con un jam instrumental blusero que impresiona, pero a mi entender no es tan interesante como “Hansen”. El único corte que no me resulta tan atractivo es “El Hombre Suburbano”, por ser un blues/rock más genérico que el resto.

En sus posteriores trabajos la formación de Pappo’s Blues sufriría cambios, manteniendo por supuesto la figura de Pappo, quien seguiría ofreciendo su mejor rock.

Persy

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Soda Stereo – Soda Stereo (1984)

41323-2157528

Puntaje del Disco: 7.5

  1. Por qué no puedo ser del Jet Set8
  2. Sobredosis de TV9
  3. Te hacen falta vitaminas: 8
  4. Trátame suavemente8.5
  5. Dietético7
  6. Tele-ka6
  7. Ni un segundo: 6.5
  8. Un misil en mi placard8
  9. El tiempo es dinero7.5
  10. Afrodisíacos6.5
  11. Mi novia tiene bíceps: 7

Nacido por la influencia de The Police, Television y todo el movimiento New Wave de principios de los años ochenta, Soda Stereo llegó a convertirse en una de las más importantes bandas del Rock Nacional y una de las embajadoras de la misma por toda Latinoamérica. Concebida por Gustavo Cerati y Zeta Bosio, encontraron en Charly Alberti al baterista acorde para llevar a cabo el sueño de imitar a Sting y compañía. Richard Coleman, un gran guitarrista que colaboró con artistas argentinos muy importantes, llegó a tocar con el trío, pero se desligó al poco tiempo porque consideraba que la banda sonaba mejor sin él.

Habiendo conseguido cierta repercusión con la difusión de “Jet Set” y “Vitaminas”, pronto Soda Stereo tocó en lugares como Bar Zero y Café Einstein, sitios excluyentes del under porteño. La banda fue adquiriendo notoriedad no sólo por su música sino también por su llamativo cuidado en su apariencia. A mediados de 1984 el grupo grabó en los estudios de CBS su disco debut, de igual nombre.

El primer sencillo fue “Dietético” una canción que se mofaba de la importancia que la sociedad le daba a las figuras esbeltas, pero que también podía ser interpretado como una referencia al final de la dictadura militar en Argentina con la frase “El Régimen se acabó”. En ese afán burlón, “Por qué no puedo ser del Jet Set” describe el deseo de formar parte de las clases altas, que bien retratadas quedan cuando Cerati expresa “lo que para arriba es excéntrico, para abajo es ridiculez”.

Los cambios que se venían dando en la sociedad argentina que regresaba a la democracia fueron objeto de inspiración para Soda, como puede apreciarse en “Sobredosis de TV”, uno de sus grandes éxitos en la que se resalta la dependencia que la caja boba generaba en la gente. “Mi novia tiene bíceps” es otro claro ejemplo de esto.

“Trátame suavemente”, compuesta por Daniel Melero, es una de las pocas baladas del grupo que con su gran letra y sonido logró convertirse en otro gran clásico de Soda. Esta es la única canción que se aparta un poco del estilo new wave y ciertos destellos de ska que la banda utilizó para este primer gran disco.

Piro

 

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 3)

Almendra – Almendra (1969)

almendra-3251406Puntaje del Disco: 10

  1. Muchacha (Ojos de Papel): 10
  2. Color humano: 10
  3. Figuración: 8,5
  4. Ana no duerme: 9
  5. Fermín: 7
  6. Plegaria para un niño dormido: 9,5
  7. A estos hombres tristes: 8
  8. Que el viento borró tus manos: 7
  9. Laura va: 8

La vida de Almendra fue corta pero muy intensa. Uno de los grupos fundacionales del rock argentino, junto a Los Gatos y Manal nació en 1967 compuesto por cuatro miembros del Instituto San Roman del barrio porteño de Belgrano, Luis Alberto Spinetta en voz y guitarra, Edelmiro Molinari en primera guitarra, Emilio Del Guercio en bajo y Rodolfo Garcia en batería. El mismo Edelmiro relataba como se formo el grupo con cierta nostalgia de esta forma: “Almendra empezó cuando Luis Alberto, todo pelado el, y alumno San Romanense se encontró conmigo que también era pelado y alumno del San Roman. Y nos conocimos, y empezamos a reunirnos todas las noches después de los ensayos de el, con el conjunto de el en las esquinas de la casa, delirábamos y hablábamos como locos de armar un conjunto ideal ¿no? O sea lo que era ideal en ese momento para nosotros”.

Su primer sencillo «Tema de Pototo» se publico en Septiembre de 1968 y a partir de allí no pararon a tocar en presentaciones en vivo muy exitosas, la repercusión inmediata provino del estilo refinado, los arreglos vocales poco comunes y la poesía lírica de las letras, que contrastaban con los estribillos beat de moda.

Su primer LP Almendra (1969) ha sido considerado en reiteradas oportunidades como el mejor disco de la historia del rock argentino. La tapa de ese disco fue dibujada por el propio Spinetta, quien llevo el dibujo a la RCA y la compañía accidentalmente pierde el dibujo que había hecho Luis, en su lugar le dicen de publicar el álbum con una foto del conjunto, pero Spinetta no estaba de acuerdo y vuelve a hacer el dibujo tal cuál era el original que llevo por primera vez y finalmente el disco se edito con esa portada.

El disco incluye himnos del rock nacional como “Muchacha (Ojos de papel)”, “Color Humano” y “Ana No Duerme” junto con otros temas muy avanzados para lo que se venia escuchando hasta el momento en la música habla hispana, la inconfundible voz del flaco Spinetta y lo bien que sonaba la guitarra de Molinari hacen de este álbum una obra musical única.

Lamentablemente la banda nos ofrecería tan solo dos discos mas uno inmediatamente después a este (Almendra II) y otro en su efímera reunión en 1980 (El valle interior). Justo en el momento de su separación a fines de 1970 era cuando estaban cosechando más seguidores.

F.V.

Tu puntuación
(Votos: 1 Promedio: 4)

Manal – Manal (1970)

manal-manal1-5780148Puntaje del Disco: 9

  1. Avellaneda Blues: 9
  2. Una Casa Con Diez Pinos: 8,5
  3. Informe De Un Día: 9
  4. Jugo De Tomate: 9
  5. Porque Hoy Nací: 8,5
  6. Avenida Rivadavia: 8
  7. Todo El Día Me Pregunto: 8,5

A fines de la década de los sesenta se formaría un grupo fundamental en la constitución del rock argentino: Manal. La banda era un trío que estaba comandado por Javier Martínez (batería y voz simultáneamente, un groso), Claudio Gabis (guitarra y órgano) y Alejandro Medina (bajo y voz). Entre ellos Javier Martinez no solo se distinguía por ser el principal compositor sino también por haberse autoproclamado ser el inventor del blues en castellano. Martinez al respecto dijo con toda su argentinidad “ladri”: «Un buen día me pregunté: ¿Por qué cantar en inglés? Y comenzamos a hacerlo en nuestro idioma. Listo, yo lo inventé y me decían que estaba loco.»

Y como tal Manal es un excelente grupo de blues, de hard blues que toma una gran influencia de bandas como The Doors, Jimi Hendrix y especialmente de Cream. Como si fuera un Cream Argentino, Manal también fue reconocido como nombre “Ricota” (qué irónico).

El álbum debut y homónimo de Manal llegaría en 1970. En el dejan certificado su notable y agresivo blues. Manal es un disco bastante homogéneo tanto desde el nivel parejo de sus canciones como por no moverse en ningún momento de sus estandartes bluseros. En el álbum el hit más conocido es “Jugo de Tomate”, con su estribillos muy reconocido por el cual lograron hacerse famosos. Sin embargo el resto de los temas también son muy buenos. “Porque Hoy Nací” hace sonar a su órgano como en las mejores épocas de The Doors. “Todo El Día Me Pregunto” es de las más psicodélicas de Manal. Y la oscura “Avellaneda Blues” es posiblemente la mejor del disco junto a “Informe De Un Día”, en las cuales se pueden escuchar las mejores interpretaciones instrumentales de Manal. Simplemente impecable.

Es así como Manal se transformaría en uno de los precursores y pioneros del rock argentino junto a otras importantes bandas como Los Gatos y Almendra.

Persy

Tu puntuación
(Votos: 0 Promedio: 0)

Postales Dramáticas: Ricardo Mollo

Entrevista, no tan exclusiva, pero entrevista al fin, a Ricardo Mollo

Persimusic - Ricardo Mollo - Entrevista - Divididos - Sumo

Con Mollo hay que cuidarse. Es un tipo que hace años no hace notas para medios gráficos por la manía que tienen algunos periodistas de inventar las respuestas del entrevistado. Tal es así que llevaba siempre un grabadorcito encima para comprobar las barbaridades que después escribía algún sádico periodista o editor sobre lo que él había dicho.

Además, hay que admitirlo, es Ricardo Mollo, digo. Uno espera encontrarse una bestia-rock con el aura encandiladora propia de todas las grandes leyendas de la música. Pero no. Resulta que Mollo es un tipo sencillo, tranqui, humilde, sensible, que le gusta tocar la viola. ¿Hacía falta algo más? Tuvo la buena onda de venir a la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA para que pudiéramos acribillarlo con las más despiadadas preguntas. Y después, inevitablemente, bancarse la parva de admiradores que pedían –demandaban– (exigían) una foto con Ricardo para después ponerla en un portarretrato mersa y decirle a sus amigos: “¿Vieron, giles? Les dije que soy amigo de Mollo”, o para que les firme algún disco o quién sabe qué otras cosas puede pedir un fanático obnubilado.

Lo cierto es que tuvimos la oportunidad de que nos cuente sobre sus orígenes musicales, su epopeya adolescente, Sumo, Divididos, la industria discográfica, los festivales, y por supuesto, de su música (“DUH”). Persi Music no podía, sin más, estar ausente en semejante evento.

De pequeño: Richie, riqui, o “mollín”

No sabemos cómo le decían sus padres cariñosamente, pero lo cierto es que Ricardo Mollo nació inopinadamente el 17 de agosto de 1957 (exactamente ciento siete años después de la muerte de San Martín, catorce después del nacimiento de Robert de Niro, cinco del de Guillermo Vilas, y dos años antes que mi vieja: un grosso) en Pergamino, provincia de Buenos Aires.

Su padre tenía una fábrica de zapatos, su hermano –Omar– había manifestado una temprana vocación musical, folklorista y telúrica. Estaban apenas plantadas las semillas que lo convertirían, a su vez, en protagonista del rock local con su grupo MAM, y posteriormente (contemporáneamente) en un nuevo adepto al tango. En plenos 50’, en la casa de los Mollo se escuchaba únicamente folklore y tango.

Ricardo se crió en este ambiente, en una casa donde siempre había un tocadiscos prendido. Y, hoy en día, no puede evitar emocionarse cuando se acuerda de los paseos con su padre y su hermano por los parajes pergaminenses. Silbando y cantando una canción de un paisano suyo, Atahualpa Yupanqui, rodeados de remolinos danzarines y pedregales brillosos. Y así descubrió Ricardo que quería dedicar su vida a eso.

Las primas adolescentes trajeron la novedad de un Leonardo Favio o un Sandro, y eso planteó una renovación de material. A los nueve años, participó –y ganó– un concurso de canto en una sociedad de fomento en Temperley, interpretando un tema de Leonardo Favio. De allí en adelante, fue todo exploración musical. Pero antes, antes… un exilio indeseado.

La fábrica de zapatos de don Alejandro Pascual Mollo se incendió. Representó una gran pérdida: tuvo que arreglar todo, pagar sus deudas, y luego llevar a su familia a Buenos Aires a empezar de cero. Allí Ricardo tuvo que trabajar con su padre, pero ya la música representaba ese torrente espiráldico que lo estrangulaba sin piedad. A los diez años descubriría, de la mano de su hermano, el soul penetrante de Aretha Franklin. A los doce tendría su primer guitarra. Y a los trece, en la casa de la novia de un amigo suyo (que tenía tocadiscos), haría un descubrimiento capital:

 

Estas performances de Jimi Hendrix, incluidas en el lado seis del vinilo Woodstock: Music from the original sountrack and more (y posteriormente recopiladas en el CD Live at Woodstock), marcaría un antes y un después en la vida de Ricardo Mollo. Transitaría la secundaria penosamente, deseando volver a su casa para ponerse a tocar la guitarra, y a pasar lentiiito lentiiito los discos en el Winco para entender qué carajos hacía Hendrix con la guitarra, y cómo lograba esas sonoridades (y cómo, además, tocaba con los dientes). Luego, en el trabajo, consumiría sus horas laborales imaginando nuevas combinaciones de acordes, progresiones y riffs exploratorios. Y esto es, para Mollo, lo más importante, éxito mediante: nunca olvidarse de ese pibe que lo único que quiere es tocar la guitarra.

La industria

Ricardo Mollo tuvo la oportunidad de formar parte de una de las bandas más emblemáticas del Rock Nacional argentino, en muchos sentidos rupturista y exploratoria: Sumo. Mucho se escribió sobre la banda, es al ñudo recalcar lo importante que es para la historia de la música nacional y para la “vieja” y “nueva” juventud (además, claro está, para todos los pibes de más o menos 21 años que se llaman Luca).

Pero Mollo aclara que el éxito masivo de Sumo llegó recién después de la muerte de Luca Prodan. En 1988, cuando Mollo y Arnedo siguieron tocando juntos (para luego formar Divididos, junto con Collado), se presentaron a la discográfica con la que habían trabajado con Sumo, y allí les dijeron: “Primero, toquen. Después, vemos”. Y así entramos de lleno en el funcionamiento de la vorágine comercial de la industria musical. No es para menos. Divididos tiene el derecho de las canciones, pero no de los discos, no del soporte. Luca, por ejemplo, nunca llegó a cobrar el dinero que le correspondía por derecho en S.A.D.A.I.C. Cansados de estas operatorias, cansados de las consecuencias de trabajar con un sistema caníbal, cansados de irregularidades y manejos extraños (ver Yapa), decidieron abrirse y producir sus propios discos.

Esto trajo aparejada una independencia de doble filo. Por un lado, no tienen nadie que los apure, tienen total libertad de elección artística y manejan sus propios tiempos. Pero por otro, producir es una tarea que lleva tiempo y no es sencilla. Es por esto que, por ejemplo, no hacen un nuevo lanzamiento de estudio desde el 2002.

Mientras tanto, se dedicaron a hacer recitales y presentaciones en vivo, que es después de todo lo que más les gusta. Con algunas contradicciones: reprueban mucho los festivales “patrocinados” por tal o cual marca, ya que es simplemente una movida marketinera; Mollo piensa que lo más importante debería ser la música, y no el auspiciante. También es una suerte de desprecio a las bandas que recién están empezando; consecuencia tal vez de que el grueso de los espectadores van a ver a los grandes artistas. Pero, por otro lado, Divididos se presenta regularmente a festivales que llevan el nombre de una cerveza, una gaseosa o un celular, porque no pueden conseguir un estadio o lugares amplios donde tocar. Mollo combina su deseo de tocar en un estadio con la más profunda vergüenza de tocar, él sólo, frente a unas veinte personas.

 

Y de yapa…

Barba

<!–[if gte mso 9]> Normal 0 21 false false false MicrosoftInternetExplorer4 <![endif]–><!–[if gte mso 9]> <![endif]–><!–[if !mso]> <! st1:*{behavior:url(#ieooui) } –> <!–[endif]–> <!–[endif]–>
Tu puntuación
(Votos: 2 Promedio: 5)