Battles – Gloss Drop (2011)

Puntaje del Disco: 9

  1. Africastle: 8,5
  2. Ice Cream: 10
  3. Futura: 9
  4. Inchworm: 9
  5. Wall Street: 8,5
  6. My Machines: 9
  7. Dominican Fade: 8
  8. Sweetie & Shag: 9
  9. Toddler: 8
  10. Rolls Bayce: 7,5
  11. White Electric: 8,5
  12. Sundome: 9

Pese a la partida del guitarrista Tyondai Braxton en el 2010 que podía preocupar a más de uno respecto a lo que le depararía a Battles, el resto de la banda no solo supo suplir su ausencia sino que se desquitó con uno de los mejores discos y uno de los más desapercibidos del 2011: Gloss Drop.

En este, el segundo disco de Battles, las canciones no son solo cortes instrumentales interesantes desde lo técnico, sino que le agreguen un condimento de divertimento que Mirrored no tenía. Mucho tiene que ver la colaboración de vocalistas invitados que demuestran que las canciones de Battles son aun mejores cuando hay una interpretación vocal que las acompañe. Sino fijense en “Ice Cream” con el chileno Matías Aguayo cantando, es uno de los mejores fucking hits del año!! Es una locura total sobre un “helado derritiéndose”. También tenemos a “My Machines” con Gary Numan como protagonista en vocales, aunque lo cierto es que por lo que más te atrapa es por la performance aplastante del batero John Stainer. El tipo se ceba y la rompe (bah, la gasta en todo el álbum). Además me gusta “Sweetie & Shag” en el que aparece la niña “ponja” Kazu Makino (de la banda Blonde Redhead), un tema que mezcla electrónica con mucho descontrol. Casualmente otro oriental, Yamantaka Eye de Boredoms, es el encargado de colaborar en el último corte del álbum, “Sundome”, en el que imprime una espeluznante interpretación vocal que hace bizarrísimo al tema. Y eso que es el más largo de Gloss Drop, pero te mantiene siempre prendido.

Sacando a estas cuatro, nos queda Battles como grupo en el resto de Gloss Drop. Lo cual significa mayormente canciones instrumentales de Math Rock. Que a decir verdad me gustan más que las de Mirrored. Ya sea la modernosa y paranoica “Futura”, la pegadiza “Inchworm” o la oscura “Africastle”.

El álbum es variado, tiene un sonido más alto y una vibra diferente a la de su predecesor, por lo cuál los más matemáticos pueden llegar a sorprenderse e incluso desconcertarse. Porque Gloss Drop no es solo para “ñoños calculines”, es entretenimiento puro.

Persy

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