Puntaje del Disco: 7
- The Post War Dream: 8
- Your Possible Pasts: 8
- One of the Few: 8
- The Hero’s Return: 8
- The Gunner’s Dream: 7
- Paranoid Eyes: 7
- Get Your Filthy Hands Off My Desert: 5,5
- The Fletcher Memorial Home: 6
- Southampton Dock: 6,5
- The Final Cut: 6
- Not Now John: 5,5
- Two Suns in the Sunset: 8
Hay opiniones encontradas en cuanto a este álbum. Están aquellos que aman a The Final Cut y lo llaman el último gran álbum de Pink Floyd (principalmente amantes de toda la obra de Waters). Están aquellos que lo odian (los “pro Gilmour” tal vez). Pero también está la raza extraña (como yo) que lo ve en una posición intermedia: no es un mal álbum y tiene cosas para remarcar, aunque está lejos de lo mejor de Floyd.
Para entender la diversidad de apreciaciones hay que decir que The Final Cut no es un álbum de Pink Floyd, es un álbum de Roger Waters lisa y llanamente. En los últimos discos la participación de los otros integrantes de la banda había bajado en los sucesivos trabajos. Si en The Wall su colaboración era escueta y limitada, en The Final Cut es prácticamente nula. Roger no solo era el cerebro, la mente dominante del grupo, sino que se había transformado en el amo absoluto de todo. A punto tal que en The Final Cut no solo escribió todas las letras sino que también interpretó casi todas las canciones (excepto una, justo una de las más flojas por los coros, “Not Now John”, que tuvo a Gilmour como vocalista). Esto resquebrajó las relaciones internas de la banda, que ya bastante desgastadas estaban, y determinó la primera salida dentro del grupo: Richard Wright, que directamente no colaboró en las grabaciones del álbum.
Pasemos al disco en sí. The Final Cut es un álbum conceptual centrado en la guerra, en el cual Rogelio aporta letras antibélicas realmente excelentes, que incluyen menciones y críticas directas a Margaret Thatcher (nombrada como Maggie en el álbum) y la guerra de Malvinas (con frases como “We showed Argentina”).
Pero así como el lado lírico del álbum es brillante, el musical es bastante pobre. The Final Cut falla por la ausencia de grandes melodías, la falta de dinámica, el ritmo aplomado constante e incluso la ausencia de originalidad. Los cortes The Final Cut son bastantes convencionales, están adornados con algún piano, una simple guitarra o un saxo, pero este no es el mismo space rock de sus discos previos (suena a descarte de The Wall). Eso hace que en las sucesivas canciones se torne denso e incluso aburrido. Parece que estamos escuchando el mismo tema todo el tiempo con Roger recitando lo que piensa sobre la guerra hasta el hartazgo.
No me malinterpreten, todos los temas de The Final Cut son escuchables, no son un horror para los oídos. De hecho me gusta bastante la primera parte del disco conformada principalmente por esa mini opera rock que relata la historia de un veterano de la segunda guerra mundial en «Your Possible Pasts», «One of the Few», «The Hero’s Return», «The Gunner’s Dream» y «Paranoid Eyes». También suman algunos de los efectos de su sonido holográfico para generar una experiencia envolvente en el oyente que lo escuche con auriculares.
En fin, The Final Cut es un trabajo aceptable, plagado de canciones inmemorables, con sus momentos más que decentes y también aquellos discretos, y será recordado como el disco que debería haber sido solista de Roger Waters (salió bajo el nombre de la banda por cuestiones contractuales con EMI) y el último álbum en el que participaría tras abandonar el grupo.
Persy