Lo malo de estar vacío por dentro es que por fuera no se nota.
Por fuera, eres el chistosito del grupo, la chica bonita, la inteligente de la familia, el serio y callado, el amigable, la facilona, la apretada, el mujeriego, el quintito, el godínez, el patrón, la señora de la casa, la licenciada, don Germán el de la tienda, doña Cuca la mesera, el viejito simpático, la mujercita en desarrollo.
Te alegra estar alegre (porque, sí, a veces también sonríes, aun cuando casi siempre sea por nimiedades sin sentido); te alegra cuando un chico guapo te dice que eres muy guapa (aunque dos segundos después te des cuenta de que no te lo dijo él, sino su pene); te alegra sacar un diez en la escuela (no importa que eso no sirva para nada en la vida); te alegra que te den el asiento en el metro (porque, a pesar de que te están tomando por débil, tu vejez sí lo agradece); te alegra estar triste (porque al menos sabes que estás, no importa cómo, lo importante es estar de alguna forma y sentir algo… aunque sea dolor).
Por fuera, eres el depresivo, el enojón, la doña malacara, la amargada solterona, el padre irresponsable, el padre amoroso, la abuelita consentidora, la suegra buena onda, el niño genio, la buenona de la clase, la chichona, el casanova, el chingaquedito, el pelionero, el burro, el fósil, el nini, la cegatona, la mujercita en crecimiento.
Quisieras ser un suicida, un sujeto interesante, una puta interesada, un alcohólico patético, un melancólico misántropo, una niña tímida, una mujer famosa, una estrella de rock, una maravilla en la cama, un acostón de las mil experiencias, un anciano muy sabio, un artista del FONCA, un ratero, un criminal, un violador, una psicópata, una santita, una monja, un maricón, un cristiano extremista, un robot del futuro, un alien desalmado, un zombie masoquista.
Por fuera, eres una feminazi, una lesbiana, una machorra, un alumno de diez, alumno de ocho, el reprobado, médico, científico, el de intendencia, cacharpo, garrotero, lavaloza, mantenido, mandilón, mamá soltera, luchona, hija única, bebito berrinchudo, hijo de puta, vieja pendeja, maldita arpía, bastardo imbécil, desgraciada pérfida, el taxista buena gente, el héroe del barrio, el campeón del pueblo, miss universo, la heroína del cuento, la bruja despiadada, la madrastra maldosa, la reina de Inglaterra, el tontito de la cuadra, la mujercita en transición.
Eres un hombre, eres una mujer; lo eres por pura categorización social, por norma hereditaria, por costumbre. Eres un ser humano sólo porque a los seres humanos les parece que eres un ser humano. Por fuera, eres cualquier cosa, incluso cualquier persona; pero por dentro no eres nadie, porque estás vacío, porque a veces ni siquiera el vacío está contigo, porque casi siempre el vacío eres tú.
Lo malo de estar vacío por dentro es que por fuera, regularmente, no se nota.
Kobda Rocha