La música es un continuo de notas que se suscitan por una secuencia rítmica. Todos los bloques armónicos se entrelazan formando melodías establecidas que dan sentido y unidad a una pieza musical. Es importante que esa melodía no se interrumpa y que la armonía sea constante para que prevalezca el sentido de la obra. De quebrarse, de romperse, parecería un error, como un disco rayado, sonaría bruto y mal hecho, a tropezones disonantes. La subidas y las bajadas deben estar controladas, es decir, los acentos y los matices deben ser colocados inteligentemente en momentos estratégicos y bien planeados para que tengan un efecto positivo en la pieza. No se puede sólo tocar duro o suavecito cuando al instrumentista se le dé la gana; se debe planear con cuidado, escoger inteligentemente qué, dónde, cómo, cuándo y qué tanto se quiere enfatizar una nota, un momento, una figura o un párrafo. La música, como todas las artes, es un sistema organizado, estructurado a detalle exquisito. La música no es sólo un arrojo de golpes anímicos sentimentaloides para expresar emociones, para eso se grita, se corre, se brinca, se besa, se abraza, se golpea, se ríe; quien quiera expresarse que grite, que salte, que haga el amor, que sonría. El arte es una reestructuración de esas emociones, sistematizadas, puestas a filtro de organización. Las emociones son salvajes, la música es una forma civilizada, a decir evolucionada, de ese salvajismo natural. La música no sólo es una emoción expresada, es la reflexión, el procesamiento mental, el pensamiento crítico y sereno, la valoración, la evaluación, la racionalización, el razonamiento y la idealización de esa emoción. La emoción de una expresión sería un grito de dolor, una carcajada de alegría o un suspiro de amor; la música es lo que los vuelve canto.
Archivo de la categoría: Digresiones Musicales
Desmintiendo el mito
El día de hoy sólo andamos de pasadita, de rapidito, de voladita. Sin extendernos en explicaciones ni confrontar motivos, excusas, razones, o cualquier argumento que se quiera sostener. Lo único que hacemos es mostrar una evidencia patente contra todos esos comentarios contra el PornoGore y su falta de sustento conceptual, como si fuera música sin profundidad, sin sentido. Claro que al buen oído, el sonido será suficiente; sin embargo, sabemos que algunos escuchas son un poco más laxos y exigen una muestra lírica de sustancia. Así pues, he aquí sólo tres pequeñitas pruebas de que el PornoGore sí tiene letras profundas, con un sentido, con una idea detrás y, por lo tanto, un concepto artístico pleno.
- Torsofuck en su disco Erotic Diarrhea Fantasy incluye la canción que da título al álbum y reza: “Last night I had the most exciting dream. In it I was surrounded by many asses, I got shitted all over, diarrhea splattered from every direction. I felt like I was in heaven; my cock ejaculated the biggest load of cum I had ever seen. Suddenly, I woke up, it was only a dream. But why was I covered with diarrhea?”
- Putrid Pile en su tercer álbum, titulado House Of Dementia, incluye la cación titulada Fecal Frenzy, la cual versifica de la siguiente manera: Welcome to fecal frenzy, club of disease. If you’re into the brown, then admission is free. Scattered scat zombie trolls making their mark: flatulence permiates, inhale rectal exhale, peanuts exfoliate, shit smearing madness, covered from head to toe. No one’s exempt. Enter if you think you can hack it.
- Finalmente, en el disco Coprophillic Infectious Process, la banda Semen incluye la canción homónima al álbum, el cual es una grabación de un discurso del gran Charles Manson que, como todos sus discursos, están llenos de crítica social, política, económica y etcéteras. No vamos a transcribir todo el discurso en esta digresión porque más vale que cada quien lo escuche de primera mano. Sólo hay que notar el mensaje implícito en la intención conceptual de la banda al decir que el sistema penal criminal, político social, de la civilización es un proceso coprofílico en extremo contagioso.
Kobda Rocha
Vodoun
Damas y caballeros, niños y niñas,
ha llegado el momento de la verdad.
Tomen asiento, pónganse cómodos
y escuchen muy atentos lo que les voy a contar.
Es un arte muy hermosa de una antigua sociedad.
Más que arte, para ellos, religión espiritual.
Vodoun… ‘Vodoun’, así se llama.
Que en su idioma y su cultura, la del África occidental,
significa «dios de dioses habitando lo individual»;
es decir que en cada uno hay un grado de divinidad.
Hoy en día a eso mismo ‘Alma’ le solemos llamar,
pues es la esencia divina en el rubro personal.
Se trata de un muñeco… (¡ésa no se la esperaban!)
Un muñeco de tela como símbolo material,
un mechón de cabello como lazo corporal
y un objeto, el que sea pero que sea de su propiedad.
Una caja de alfileres nuevos, sin usar;
poco a poco, uno a uno, con cuidado, lentamente,
ubicando el punto exacto, se los tienes que insertar.
Como siempre, como en todo, hay dos lados que mirar:
1) unos hombres dedicados al terror y a la maldad
el Vodoun lo convirtieron en vudú para matar,
con sus fines de venganza, de poder y tempestad;
2) otros hombres dedicados a lo bueno y a ayudar
combinaron su experiencia, sabiduría y habilidad
con la de los antiguos chinos para, así, poder curar.
Dos artes compartiendo una cultura:
el vudú y la acupuntura,
una mata y otra cura,
una te regresa a la vida,
y la otra te manda a la sepultura.
Lo importante de este cuento que acaban de escuchar,
más allá de nuestra historia y la enseñanza moral,
lo de veras importante que debemos rescatar
es la idea que tenían los antiguos terapeutas
de mirar el cuerpo humano como símbolo conceptual,
una representación de algo más allá de lo terrenal.
Igualito que un muñeco, que no somos nosotros,
pero sirve de metáfora, como imagen ideal.
Así mismo es nuestro cuerpo:
una representación tangible de nuestro ser trascendental.
Porque somos un conjunto, una suma de valores,
nuestra sola existencia ya comprende una totalidad.
Y es que, en esta vida,
no sólo hay que tener riqueza monetaria y belleza corporal,
también hay que tener una belleza interna y riqueza espiritual.
Kobda Rocha
Tristezza
Hoy sufro por quien no puede llorar, peno por quien no logra expresarse, lucho por quien teme su expirar, escribo por quien puede terminarse. Hoy me avergüenzo de mi especie, la humanidad me decepciona, la mente no esclarece la idiotez que reina una persona.
No es maldad nuestra demencia, no es siquiera la infamia del poder, sólo es una estúpida inconsciencia. Inopia: el absurdo no saber.
Hoy las palabras no me alcanzan, los poemas no consuelan, las almas no descansan, las aves ya no vuelan. Hoy los tigres ya no rugen, los lobos ya no espantan, las garras ya no crujen, las ranas ya no saltan. Hoy los cerdos ya no apestan, los toros ya no embisten, los gallos ya no encrestan, la fauna ya no existe.
Los zoológicos hospedan el reino animal; las enciclopedias, los diccionarios, las pinturas, las fotografías. Ahí están los animales: en las palabras, en sus nombres, en los dibujos, en las películas. Nunca nadie ha visto una pantera en su hábitat natural, nadie sabe dónde se supone que habitan los borregos, como si hubieran nacido todos en un corral.
Hoy la fauna ya no existe en el mundo real. Hoy la fauna ya no es. Los animales son un recuerdo, la nostalgia de un mundo pasado, la felicidad sin humanidad.
La doctora Flynn
La doctora Flynn pudo ser una esposa feliz, tener una vida de ensueño con el amor de su vida. Pero primero estaban su trabajo y su carrera. Quería respeto, quería gloria, fortuna, poder. No sólo quería un poco, lo quería todo, no importaba el costo: lamer los zapatos de quien fuera, besar el trasero de todo el mundo, deshacerse de quien se entrometiera, acostarse con los que fuera necesario, hacer lo impensable; nada la iba a detener hasta conseguir lo que quería.
Las decisiones que tomamos, los caminos escogemos, la vida que esleemos son los verdaderos creadores del destino, el continuo de los actos en realidad se encuentra en nuestras manos. Así, todo lo que hizo y todo lo que dijo la doctora Flynn es lo que terminó alejando a su amado para siempre, para nunca más volver. Se presionó tanto en seguir adelante, se empecinó con tanta fuerza que terminó por ignorar su propia salud y eventualmente se resquebrajó en mil pedazos. Porque aquellos que ignoran la voz de su corazón, sobre todo cuando éste se rompe, están condenados a la desgracia.
Tarde o temprano, como suele ocurrir ante estas situaciones, la doctora Flynn buscó ese amor con desesperación y ahinco. Pero estaba demasiado enferma, por dentro, en el alma, tan carente de fe, cordura y esperanza. Y al final aceptó casarse con un anciano gruñón y solitario de quien no sabía más que su nombre y quien tampoco mostraba mayor interés en conocerla a profundidad. La doctora Flynn cayó en picada hacia un infierno privado, reservado para los desdichados sin sueños ni suspiros, donde la belleza y el cerebro no son requeridos.
Las mujeres que desean merecer el mundo a sus piés, cegadas por la ambición de autosuficiencia y poder, mintiéndose a sí mismas y creyendo que en verdad pueden hacer realidad todo cuanto codician, recorren una avenida fácil de transitar, la del súper hombre que conquista el mundo, pero se visten una bata de cobardía cuando llega el momento de enfrentar la eternidad. Que es lo de veras importante en esta vida. Y lo que de veras es difícil de conseguir: una vida tranquila con un buen hombre en pleno, mutuo y verdadero amor.
Kobda Rocha
Gusanos
Desde su nacimiento, provocan el desgarrado llanto materno, quiebran la armonía del mundo y despojan al universo de significación. Teman, criaturas indefensas, teman por el resto de sus vidas. Inútiles y descuidados, cualquier mano moldeará sus mentes ¿Creen que alguna vez han tenido el control de sí mismos? No es así. Jamás lo han tenido…
La vida posa su esperanza sobre nuestro envilecido mundo lleno de gusanos. Su alma hueca y testaruda ha consumido la última pizca de amor que aún existía.
El tiempo envejece y se va tragando su vida de a poco. La monotonía consume todo aquello que apasiona sus corazones. Enclaustrados en la estupidez, acorralados por su propia oscuridad, dejan su destino a la suerte y ruegan a dios un futuro próspero …pero nunca han tomado el control de su propia vida.
La inteligencia adolece nuestros peores conceptos llenos de gusanos. ¡Mueran! ¡Terminen ya con esta demencia! Han extinguido todo el fulgor del amor.
¡Aléjense de mí! Su falta de consciencia los hace indestructibles. Seres irrelevantes, manténganse callados y lejos de mí.
La vida posa su esperanza sobre nuestro envilecido mundo lleno de gusanos. Su alma hueca y testaruda ha consumido la última pizca de amor que aún existía. La inteligencia adolece nuestros peores conceptos llenos de gusanos. ¡Mueran! ¡Terminen ya con esta demencia! Han extinguido todo el fulgor del amor. La falsedad abraza nuestro corazón y colma nuestro espíritu de adversidad. Sólo la luz del pensamiento nos librará de la gran fractura efectuada por todos aquellos gusanos ignorantes.
Kobda Rocha
Cajón de huesos
Metido en una caja, apretujado y en descomposición,
esperando una carroza que me lleve consigo.
Una vez arrojado al cieno, los gusanos vendrán a hacerme compañía
en este cajón de huesos donde me han abandonado a la putrefacción.
Muerto y enterrado tres metros bajo tierra, como dieta de lombrices.
Tieso, frío, y aplastado por la decadencia.
Hedor fétido, cuerpos consumiéndose, podredumbre sepulcral.
Los insectos engordan saboreando mi carne,
me invaden, por dentro y por fuera,
festejan el buffet de mis entrañas.
Sólo queda de mí este gris cajón de huesos.
Kobda Rocha
El cuerpo de mi soledad
Uno ausente y otro en casa
Hoy he visto muchos trenes,
trenes muertos, de museo,
trenes viejos, descompuestos,
ante un mundo indiferentes.
No se ocultan ni me mienten,
no me apartan de tu cuerpo
ni me llevan nunca lejos:
maquinarias tan silentes.
Nostalgia de un tiempo antiguo,
mensaje de un hombre ambiguo;
es un viaje a tiempos previos,
pues el hoy de dos milenios
no permite disfrutarnos
cuando en dos tierras estamos.
El gurú del odio
Soy grande por viejo, no por sabio.
Obeso, grotesco, grosero y gruñón,
cuanto digo se torna en agravio:
guturo en garganta gargajo gorgón.
En mi barrio me llaman “El Ogro”
por grueso, por gurdo, por gordo y gañón.
Las fiestas idiotas las malogro;
me agradan los gritos de agudo terror.
Soy una persona peligrosa,
agreste garguero de grave garzón,
de alma negra y garrapatosa,
tengo agrio y podrido mi gris corazón.
Y mis garras agarran parejo
gobiernos, iglesias y grupos de acción.
¡Y hago guerra! No sólo me quejo.
Detesto a la gente por no hacer lo que yo;
por cobardes, por tilicos, por enclenques y agachones,
por alegres, por risueños, satisfechos y bufones.
Pero, ¡calma!, los perdono porque entiendo situaciones.
Los invito en este verso a volverse más gruñones.
Kobda Ggrrocha