Como no podía ser de otra forma el Persi Music estuvo en el Pepsi Music, el Festival más embarrado de la historia! El título de “Festival más grande de la historia”, utilizado como herramienta de marketing, le quedó un poco grande, es bastante exagerado. La realidad es que la mayor cualidad que tuvo fue que se trató de una verdadera: lucha en el lodo! Una particularidad que denota las cuestiones más criticables en relación a la organización del evento. Las lluvias que azotaron a Buenos Aires y alrededores en los días previos fueron realmente heavys, pero no gastaron un mango en poner siquiera protectores de piso (¿Será porque en Festivales como el Quilmes Rock la gente los robaba y/o usaba para protegerse de la lluvia?). Por ahí he leído también otras críticas relacionadas a las ventas de entradas y a la grilla de bandas. ¿Qué hace Catupecu Machu cerrando el primer día del Pepsi después de Queens of the Stone Age? ¿Es una joda?
Y también tenemos el “temita” del lugar, que más allá de los problemas de barro y la falta de iluminación, había que recorrer kilómetros para llegar al escenario principal, que dicho sea de paso por momentos parecía que le quedaba chico a una banda de la talla de Pearl Jam.
Pero qué diablos!! Dejemos de pegarle a nuestros hermanos del Pepsi Music. Tuvimos a The Black Keys y nada menos que a Pearl Jam en una misma noche!!
En nuestro caso la llegada fue algo tardía, por las dificultades que ameritaba tratar de encontrar terreno firme para caminar, por eso llegamos al escenario cuando The Black Keys ya había comenzado luego de las 20hs. Y en el conmocionante choque para adentrarse en la gente siguiendo la ola de empujones constantes, uno tenía que arreglarselas para escuchar al dúo de Ohio. Aunque en el escenario, si bien tenían lucían como principales protagonistas, contaban con su banda soporte que los ayudaba a conformar su sonido blusero que popularizó a la banda en estos últimos años. Sin embargo, Dan y Patrick también tuvieron sus pasajes en los que tocaban solos como “I Got Mine”.
De esta forma The Black Keys hizo un repasó en el cual se pudieron disfrutar mucho de sus últimos hits del éxito disco El Camino: “Run Right Back”, “Gold on the Ceiling”, “Little Black Submarines” y el rock bailable de “Lonely Boy”. Junto a clásicos no menores de grandes trabajos como Brothers tal es el caso de “Tighten Up”.
Auerbach y Carney terminaron dando un show sólido, demostrando que tienen un sonido propio, clásicos para disfrutar y dejando sobradas muestras de porque son uno de los mejores grupos de la actualidad.
Pero el plato fuerte llegaría recién a las 22:30hs. Luego de las siempre infinitas pruebas de sonido, Pearl Jam saldría al escenario, con Eddie Vedder entonando el inicio de esta ceremonia con la conmovedora “Release”. Rápidamente, el riff de “Even Flow” marcó el momento más bestial, revolucionario y poguero de la noche. El delirio de la gente no iba a parar con temas como “Corduroy” y mucho menos con clásicos de Ten como “Jeremy”. “Given To Fly” junto a otras canciones siempre bien recibidas como “Daughter” marcaron otros de los momentos cumbres de la primera parte del show. Justamente en “Daughter”, Eddie tuvo la idea de cantar en un español (de mierda) una canción que podríamos titular “Está Bien” (en realidad es la versión castellana de «It’s OK» de Dead Moon) . Y así estuvo Vedder toda la noche, interactuando con la gente, pidiendo que se cuiden, muy agradecido (diciendo que nos ama a todos) e incluso recordando a los damnificados por las inundaciones en “Just Breathe”. Un crack!
Más adelante, cerrando la primera parte del concierto, interpretarían una seguidilla monstruosa conformada por la “Better Man” (como de costumbre entonada por la gente), “Elderly Woman” y “Rearviewmirror”.
En el esperado encore, volverían con todo con la furiosa “Do the Evolution”, el cover de los Ramones “I Believe in Miracles” y los ya legendarios clásicos de su álbum debut: “Black” y “Alive”. Tampoco faltaría su homenaje al “Tío Neil” cuando tocarían su versión de “Rockin’ in the Free World”. Y para cerrar como siempre “Yellow Ledbetter”, una postal de que siempre serán bienvenidos en Argentina.
Terminado el recital no podían evitarse las comparaciones con lo que fue su presentación en el Estadio Único de La Plata en el 2011. Hay que decirlo, no fue mejor, posiblemente porque tocaron menos tiempo al tratarse de un festival (aunque dos horas y media no es poco), también las expectativas (en el 2011 volvían después de mucho tiempo por lo que había mayor ansiedad), además el lugar (el estadio de la Plata es incomparable en relación a Costanera Sur) e incluso el sonido (por momentos parecía la voz de Vedder más baja que las guitarras).
Pero gente, son solo detalles. Terminar con barro hasta las rodillas es ROCK. Y dos grandes grupos pasaron por el país dejando su huella. Fue una celebración que quedara en el recuerdo.
Persy