Puntaje del Disco: 7
- That’s It for the Other One: 8
- New Potato Caboose: 7
- Born Cross-Eyed: 5
- Alligator: 9
- Caution (Do Not Stop on Tracks): 4,5
El álbum debut de Grateful Dead fue un muy buen punto de partida para la banda. Sin embargo, no pudo disfrutarse de su capacidad de improvisación que comúnmente tienen en vivo. En su segundo disco Anthem of the Sun se empezaría a descubrir “algo” de eso. Y digo algo, porque el álbum esta dividido en dos partes: los primeros 3 cortes de estudio y los últimos 2 grabados en vivo.
Como era de esperarse la primera parte es la menos impresionante. Da inicio con “That’s It for the Other One”, una suite psicodélica dividida en cuatro piezas: “Cryptical Envelopment”, “Quadlibet for Tenderfeet”, “The Faster We Go, The Rounder We Get” y “We Leave the Castle”. Debo reconocer que el primer tramo tiene una melodía vocal interesante y luego el tema se torna en un pasaje bastante vago, como si fuera experimental, pero de experimentación no tiene nada. “New Potato Caboose” no es la gran cosa tampoco. Tiene una melodía similar a su predecesor, por lo cual parece una reescritura. Y la parte instrumental es apenas notoria. Y para cerrar este primer segmento esta “Born Cross-Eyed”, que son dos minutos de psicodelia ridícula y sin sentido.
En la segunda parte de Anthem of the Sun se redimen un poco gracias a “Alligator”, el verdadero jam instrumental que uno espera escuchar de los Dead. Muy bien ejecutado, a punto tal que no aburre (bueno, tal vez si al final). Pero lamentablemente, “Caution (Do Not Stop on Tracks)” es una forma NO recomendable de finalizar un disco. Es simplemente ruido y zumbidos a punto muerto, del cual no hay que darle meritos al grupo. Aún así, no es con lo que hay que quedarse de ellos. La psicodelia de Anthem es decente y “Alligator” nos regala una dosis prometedora para su futuro.
Persy