Puntaje del Disco: 10
- Roundabout: 10
- Cans and Brahms: 9
- We Have Heaven: 8
- South Side of the Sky: 8
- Five Per Cent for Nothing: 7
- Long Distance Runaround: 7
- The Fish: 8
- Mood for a Day: 8
- Heart of the Sunrise: 7
Formada en 1968 en Londres, Yes es una de las bandas pioneras de rock progresivo, que, junto a otras agrupaciones de aquellos años, anexó el arte con la música. Caracterizada por complejas armonía, adaptaciones de jazz y música clásica y canciones con contenido poético y onírico, Yes hizo su debut en 1969 con un disco homónimo. En aquel álbum, que si bien fue opacado por lanzamiento del primer trabajo de Led Zeppelin un año antes, ya podía apreciarse la combinación de melodías y la particular voz de Andersen.
Sin embargo, luego de otros dos discos (“Time and a World” y “The Yes Album”), en 1972 llegaría el trabajo más resonante de la banda: “Fragile”. En esta oportunidad Rick Wakeman reemplazó en los teclados a Tony Kaye quien aparentemente alegó no poder mantener las improvisaciones de Steve Howe con la guitarra. El nuevo miembro no sólo mostró enormes habilidades comparables a las de Howe, sino que con sus sintetizadores, impregnó al álbum de un ambiente futurista o de ciencia ficción.
“Roundabout” fue uno de los sencillos más taquilleros de Yes, al nivel que el éxito que tuvo en los Estados Unidos, permitió que millones de jóvenes conocieran el estilo que proponía la banda. Junto a “South Side of the Sky” y “Heart of the Sunrise” el grupo rompía los estándares de las canciones de corta duración, para sumergirse en interpretaciones de más de ocho minutos. Además de los contantes cambios de ritmos, el álbum incluye participaciones de todos los músicos quienes dejan en evidencia la gran creatividad e imaginación a la hora de componer. Los diversos estilos fusionados conforman la característica distintiva de este trabajo.
“Cans and Brahms” es un arreglo de Wakeman del cuarto movimiento de la sinfonía en E menor de Johannes Brahms, mientras que en “The Fish” y “Mood for a Day” se resaltan los solos de bajo de Chris Squire y Steve Howe, respectivamente.
La diversidad de sonidos y melodías, adaptadas en improvisaciones de larga duración y la gran calidad compositiva de los ingleses de Yes, hicieron de este disco uno de los mejores en su carrera y un ícono del rock progresivo de los setenta.
Piro