Puntaje del Disco: 9
- The Song Remains The Same: 9
- The Rain Song: 10
- Over The Hills And Far Away: 9
- The Crunge: 6
- Dancing Days: 6,5
- D’Yer Mak’Er: 7
- No Quarter: 9,5
- The Ocean: 8,5
Zeppelin ya había alcanzado su máxima expresión con su cuarto album y “Stairway to Heaven” ya se había proclamado como un hito en la historia del rock. Para continuar con su marcha después de sus excepcionales primeros cuatro discos, los tipos intentaron hacer algo distinto. Empezaron a experimentar con los mismos indicios que ya había demostrado en Led Zeppelin III, pero de una forma diferente y más abierta.
En esta oportunidad ofrecen un trabajo con canciones muy diversas y con buen número de clásicos formidables. Sin embargo, Houses of the Holy no alcanza a monstrous como Led Zeppelin II y IV porque también hay cortes no del todo esplendidos.
El disco abre de gran forma con el alocado rock de “The Song Remains The Same”, en el cual Robert Plant agudiza al máximo su voz y Jimmy Page, como ya nos tiene acostumbrados, hace malabares de todo tipo con su guitarra. El álbum continua con la orquestada “The Rain Song”, un tema que derrocha magia por doquier, a mi gusto lo más extraordinario de Houses. Luego está “Over The Hills And Far Away”, una canción con una brillante intro aparentemente acústica, pero que luego se electrifica para rockear en gran forma. “The Crunge”, con todo su funk, da inicio al tramo menos atractivo del álbum, pasando por la intrascendente “Dancing Days” y por el reggae de “D’Yer Mak’Er” (a pesar de no ser lo mejor de Zep es uno de sus temas más difundidos en radios). Afortunadamente, la banda retoma su mejor estado con la épica “No Quarter”, un estandarte de rock sinfónico con una atmósfera oscura única, que lo sumerge a uno en una antesala de reflexión, previo a un escenario de batalla demoníaco. La misma tiene una letra mitológica que, al igual que “Ramble On”, parece remitirse a “The Lord of The Rings”. Finalmente, la piratesca “The Ocean” rockea con el estilo del grupo haciendo un decente cierre del disco.
Las virtudes de Houses of the Holy demuestran nuevamente la grandeza de Led Zeppelin por su intento de no sonar repetitivo y lo transformarían en uno de sus últimos grandes éxitos de su carrera.
Persy