David Bowie – David Bowie (1967)

david-bowie-david-bowie-1967

Puntaje del Disco: 6

  1. Uncle Arthur: 7
  2. Sell Me A Coat: 9
  3. Rubber Band: 5
  4. Love You Till Tuesday: 7
  5. There Is A Happy Land: 4
  6. We Are Hungry Men: 6
  7. When I Live My Dream: 4
  8. Little Bombardier: 5
  9. Silly Boy Blue: 8
  10. Come And Buy My Toys: 8
  11. Join The Gang: 4
  12. She’s Got Medals: 5
  13. Maid Of Bond Street: 3
  14. Please Mr. Gravedigger: 6

Descubrir en algún cajón un viejo poema o cuento olvidado hace muchos años siempre produce un poco de nostalgia y bastante de vergüenza. Con el pasar de los años y los cinceles de la experiencia, revisitar obras primarias nos hace dar cuenta que aquello que considerábamos algo digno de conservar era en realidad algo digno de destruir. Lo mismo sucede con las fotos de otras temporadas, donde los cortes de pelo y la moda que nos hacía sentir modelos de pasarela ahora nos asemeja a payasos de circo.

Una combinación de estos dos sentimientos debe haberse apoderado de David Bowie cuando se enfrentó, vaya a saber después de cuánto tiempo, a su primer LP, sencillamente titulado ‘David Bowie‘, compuesto y grabado en 1967, cuando apenas contaba con 19 años de edad y una personalidad todavía por desarrollarse. Tal es la vergüenza que sintió que el disco es aún hoy considerado apócrifo y, si no fuera porque los derechos siguen en manos del sello Deram, quienes capitalizaron cada lanzamiento del Duque Blanco reeditando estas canciones, sería actualmente un ítem de coleccionista extremadamente difícil de conseguir.

Sin embargo, el oído objetivo de quien nada tuvo que ver con la creación de este álbum encontrará que las críticas negativas son bastante exageradas. Desde luego, el disco no está a la altura de nada de lo que hizo Bowie posteriormente, pero visto en su contexto, es un trabajo digno y entretenido, donde, si se escucha detenidamente, se pueden avizorar algunas puntas de lo que Bowie finalmente llegó a ser.

Con una fuerte influencia del cabaret, el music hall y ante todo el cantante Anthony Newley, el jovenzuelo David presentó 14 canciones, algunas buenas, otras no tanto. Entre lo más rescatable tenemos la divertida «Uncle Arthur» (el típico tío pendeviejo solterón que vive con su madre y sigue leyendo historietas), la hermosa balada invernal «Sell me a coat», el himno de influencias tibetanas «Silly Boy Blue» y la sensibilidad folk despojada de «Come and buy my toys». El single del disco, «Love you till tuesday», es lo suficientemente pegadizo y cursi para haber sido un éxito en su año de lanzamiento. Quién sabe qué hubiese sido de David Bowie si esto efectivamente hubiese sucedido. ¿Habría continuado su meteórico ascenso artístico o se hubiese desvanecido como un one hit wonder de los 60? Nunca lo sabremos, y quizás sea lo mejor.

El resto del disco se debate en tonadas de inspiración circense (‘Rubber band’, ‘We are hungry man’ ‘Join the gang’), cursilerías que evocan la infancia (‘There is a happy land’ ‘Little Bombardier’), y baladas edulcoradas (‘When I live my dream’). «She’s got medals», si bien olvidable musicalmente, tiene una interesante letra que narra la historia de una mujer inglesa que se hace pasar por hombre para combatir en la guerra, donde se cansa de seducir chicas. El germen de la androginia y la ambiguedad sexual que tanto aprovechó Bowie en la década siguiente aparece por primera vez en esta canción. En tanto, el cierre del disco, ‘Please Mr. Gravedigger (‘Por favor, señor Sepulturero’), es sorprendentemente una extrañísima y oscura canción que Bowie canta acapella y resfriado. Una inusual manera de terminar una placa de una alegría boba y un sentimentalismo barato, lo que hace adivinar el gusto del músico por experimentar, inquietar y descolocar al oyente.

Un disco irregular, hijo de su tiempo, que no ha envejecido bien, pero que hará las delicias de los completistas o, aunque sea, los curiosos.

Camilo Alves

Tu puntuación
(Votos: 2 Promedio: 2)